“Steven Universe”: tesis sobre el amor intergaláctico
HBO España acoge de manera integral el pequeño milagro animado de Rebecca Sugar
Creada:
Última actualización:
El camino del héroe huérfano, llámese Luke Skywalker, Simba o Harry Potter, es uno que la ficción ha recorrido con éxito desde que los jóvenes adultos pudieron pagarse sus propias entradas. Si nos ponemos más exquisitos, hasta el “Siegfried” de Wagner exhortaba en su contexto a la valentía para bañarse en la sangre de sus temores a los jóvenes burgueses de la época. Si al mito le quitamos esa capa de toxicidad violenta, histérica e intrínseca, y lo acogemos con el tacto de la más preocupada de las madres, el resultado bien podría parecerse a “Steven Universe”.
Ukeleles, pianos y colores brillantes se dan la mano en esta producción musical y de animación de Cartoon Network que, tras rebotar por la parrilla de Boing, llega ahora de forma integral a HBO España. En ella seguimos las aventuras, a razón de 10 minutos por episodio, de Steven, un niño mitad humano y mitad extraterrestre que vive junto a su padre y a las amigas alienígenas de su madre (Granate, Amatista y Perla), pertenecientes a una especie de realidad paralela en la que todo está hecho de gemas preciosas. Una de ellas, de rosa intenso y alojada en su ombligo, esconde la verdadera naturaleza del protagonista, pero también el oscuro secreto que su madre se llevó a la tumba.
Del trauma a la cicatriz
Lo que en manos de los jefazos de un canal infantil hubiera quedado reducido a una batalla episódica contra las fuerzas del mal, Rebecca Sugar, la mente detrás de la serie, convierte en un bello relato sobre la pérdida, el distanciamiento con nuestros seres queridos y, en definitiva, una narración sobre cómo elegimos que nos marquen nuestros traumas. La mano de Sugar, activista bisexual que se declara fuera de lo binario, también embellece toda la serie, alejándose de una primera concepción política de la construcción del ego para adentrarse en el territorio de lo interior: no es tan importante definir qué somos como tener claro por qué y cómo afecta eso a nuestras relaciones con aquellos a quienes tenemos cerca.
En definitiva, cada uno de sus excelsos 175 episodios, arrancados con sangre, sudor y lágrimas de la conservadora cadena, es un acercamiento al amor. Ese que seguimos sintiendo por los que ya no están, el que es rechazado por aquellos que están ensimismados, el que se siente por los amigos y el de la familia que vamos haciendo por el camino. Si la propuesta de Sugar no llegara edulcorada por su brillante animación, y no tuviéramos tantos prejuicios a la hora de juzgar lo que en un primer momento parece dirigido al público infantil, “Steven Universe” sería parte del canon como una de las ficciones más redondas y arrebatadoramente humanas de lo que llevamos de siglo.