Buscar Iniciar sesión

España ataja el expolio de Egipto

El Museo Arqueológico Nacional devuelve a este país 36 piezas saqueadas de los yacimientos arqueológicos de Saqqara y Mit Rahina que se incautaron en la Operación Hierática en 2016
Cristina BejaranoLa Razón

Creada:

Última actualización:

Cabezas de esculturas, figuras de bronce o barro, piezas de cerámica y así hasta sumar una colección de 36 piezas que la Guardia Civil interceptó durante una inspección de contenedores que dirigió en el puerto de Valencia y que se saldó con la incautación de estas valiosas obras y la detención de varias personas. La Operación Hierática, que se llevó a cabo para cortar esta clase de comercio ilícito, puso al descubierto una red de tráfico de arte que tenía sus raíces en Egipto, pero cuya influencia se prolongaba hasta las costas de nuestro país. Los contrabandistas habían expoliado los yacimientos arqueológicos de Saqqara y Mit Rahina, de donde extrajeron piezas de enorme valor histórico y cultural, como una cabeza de leona, retrato de la diosa Sejmet, que es de gran relevancia, y una serie de vasos canopos, uno de ellos coronado por la talla del dios Amset, que pensaban distribuirse más adelante en el mercado negro.
Este conjunto se depositó en el Museo Arqueológico Nacional (MAN) en 2014 para su adecuada conservación mientras se cerraban las investigaciones y se procedía a arreglar los trámites oportunos para la devolución a su país de origen. Algo que se ha concretado en un acto que contó con el embajador de Egipto, Youssef Diaeldin, y el director del MAN, Antonio Carretero, que pusieron de relieve con su presencia lo importante que es la estrecha colaboración entre naciones para atajar este tipo de saqueos que se llevan a cabo en los países y que arruinan el legado de siglos.

Redes de mafias

De hecho, la venta ilegal de arte está relacionada con turbias redes que no solo están dedicadas a sacar beneficio, sino que algunas están vinculadas con mafias (utilizan la posesión de valiosas obras, como, por ejemplo, cuadros robados, para después negociar en caso de necesidad) o, incluso, con determinados grupos terroristas que intentan financiarse a través de este negocio, de donde extraen lucrativas y enjundiosas ganancias. Javier Rogero, de la Unidad Central Operativa (UCO), que estuvo presente en este evento, no dejó pasar la oportunidad para tranquilizar y asegurar que la vigilancia del patrimonio en España no ha decaído durante la pandemia, cuando se supone que los principales sitios históricos podían estar más expuestos y desprotegidos frente a los ladrones y otros desaprensivos. Como él ha asegurado, no se ha incrementado este tráfico ilegal de tesoros relacionados con el patrimonio y ha afirmado también que tienen vigilados incluso los pecios y los depósitos subacuáticos.
Durante su intervención también ha recordado que el proceso que llevan a cabo estos salteadores, que no solo arruinan el lugar de procedencia con sus hurtos, sino que desposeen a la obra de gran parte de su valor al descontextualizarla, es, primero, dejarla «enfriar», o sea, dormir en algún almacén o estancia hasta que se pierde su rastro. Más adelante, intentan mover estos objetos. Ahí es cuando intentan colocarlos a coleccionistas privados poco escrupulosos con el examen de su procedencia y la documentación que suelen acompañar a las obras de arte. Este camino esconde sorpresas, y, como recordó, tampoco se descarta que muchas de estas piezas terminen en casas de subastas y anticuarios.