Crítica de “Pájaros enjaulados”: la peor cara de Suiza ★★★☆☆

Director: Oliver Rihs. Guion: O. Keidel, N. Maass, I. Madeo, O. Rihs. Intérpretes: Joel Basman, Marie Leuenberger. Alemania, 2020. Duración: 118 min. Drama.

Los relojes más precisos, las ciudades impolutas, los paisajes naturales de postal, ciudadanos neutrales, educados... Y algo más en el pasado. Zúrich, 1980: «Suiza es una cárcel», asegura Barbara Hug, abogada activista con una cojera fruto del cáncer de riñón que padece desde niña. Una mujer triste, agria, decidida, que intenta luchar contra el anticuado sistema penitenciario de su país. Sobre todo, desde que conoce a un cliente llamado Walter Stürm, «el rey de las fugas», un alma libre encerrada tras los barrotes por robar un banco y del que se enamora para siempre. Excesivamente fría y con una dirección planificada como las tripas de las maquinitas susodichas, la cinta nos sumerge en los entresijos de estos dos personajes (que existieron en la vida real) tan solitarios, tan desesperadamente románticos para, entre medias, mostrar las torturas por aislamiento en aquellas prisiones. Pero antes ha sonado la preciosa «Salud», de Joe Dassin, y, aunque solo fuera por unos instantes, ambos se sintieron afortunados.

Lo mejor: Leuenberger realiza un notable trabajo en la piel de este complejo personaje

Lo peor: Que a veces resulta demasiado fría y, otras, en exceso afectada