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Premios Princesa de Asturias

Eduardo Matos Moctezuma: “La historia no debe ser manipulada”

El arqueólogo del Templo Mayor de México gana el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales

Eduardo Matos Moctezuma, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022
Eduardo Matos Moctezuma, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022Fundación UNAM

Las excavaciones del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma (1940, Ciudad de México) en el Templo Mayor del imperio mexica, situado en la plaza del Zócalo de Ciudad de México, han permitido conocer mejor la historia del imperio azteca, la sociedad mexica y profundizar en las civilizaciones de México y Mesoamérica. Matos Moctezuma es el impulsor de estas excavaciones del recinto sagrado de la antigua Tenochtitlan desde que hace 44 años comenzaron a descubrir el pasado que se esconde bajo esta enorme plaza del centro de Ciudad de México.

Los hallazgos en “el centro del universo para los aztecas” nos han “adentrado mucho más acerca de los rituales, de las ofrendas que hacían a sus dioses y del simbolismo que representaba el Templo Mayor para los pobladores de la antigua Tenochtitlán”. El Museo del Templo Mayor abrió sus puertas el 12 de octubre de 1987, a consecuencia de estas excavaciones, y expone miles de piezas de la cultura mexica y azteca. Moctezuma llama “a profundizar en la historia para comprenderla mejor y desmontar mitos”.

El jurado del Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales ha subrayado su «extraordinario rigor intelectual», que le ha llevado a «reconstruir las civilizaciones de México y Mesoamérica» y así como a «hacer que dicha herencia se incorpore con objetividad y libre de cualquier mito». En un mundo donde parece que pesan más las noticias falsas, ¿lo considera un reconocimiento a la historia bien contada?

Exactamente. La historia no debe ser manipulada. La historia debe estudiarse y debe profundizarse. Observar cómo sucedieron los acontecimientos. Ver cuál fue el devenir y los procesos de desarrollo que forman la historia misma. En ese sentido, como arqueólogo, estamos frente esta historia antigua que se va recuperando a través del rigor académico y unas técnicas muy sofisticadas. La arqueología no es llegar a un lugar y empezar con una pala a sacar tierra. Tiene una serie de elementos metodológicos que es importante tener en consideración. Por ello creo que es importante este premio que se me otorga porque es un reconocimiento a esas ciencias que son tan relevantes para el conocimiento de nuestras sociedades antiguas y actuales.

¿Qué podemos aprender hoy del México Prehispánico que no conocíamos o que gracias a su proyecto de Templo Mayor hemos podido conocer mejor?

El proyecto Templo Mayor, que ya lleva 44 años de investigación en el corazón de Ciudad de México, excavando el principal centro sagrado de los aztecas y otros elementos cercanos, nos ha permitido ver un nuevo rostro de los aztecas. Es decir, había una información que ahora se nos presenta a través de la excavación. Sabemos ahora mucho más acerca de los rituales, de las ofrendas que hacían a sus dioses y del simbolismo que representaba el Templo Mayor para los pobladores de la antigua Tenochtitlán. Para ellos era el centro del universo, de su universo. Presenta una serie de facetas simbólicas y míticas que es necesario ir dilucidando para entender todo aquel complejo. Desde que comenzamos nuestras excavaciones allá por 1978, he dicho que era el lugar donde real o simbólicamente se asentaba todo el poder mexica o azteca. No solo representaba el centro del universo azteca. Era el lugar por donde se podía subir a los niveles celestes y bajar al inframundo. De él partían los cuatro rumbos del universo. Era un centro de centros fundamental para los pobladores de la antigua Tenochtitlán. No solamente es excavar un edificio religioso.

Nos hecho entender mejor la sociedad azteca y su forma de ver el mundo, ¿no?

Ese edificio encierra muchos aspectos que era necesario averiguar. Durante todas estas décadas, mis colaboradores arqueólogos, biólogos, geólogos, restauradores y yo hemos estado abocados a ir entrando en ese mundo. Nos ha permitido llegar a saber lo que representaba para ellos ese centro de su universo.

El jurado aplaude su trabajo contando la historia “con objetividad y libre de cualquier mito”. En estos 44 años de estudios arqueológicos, ¿qué mitos se han caído gracias al conocimiento de su investigación?

Hay que entender que el concepto «mito» encierra muchas formas del pensamiento antiguo. Por otro lado, hay mitos que en base a estos trabajos se han querido crear. Pero son mitos modernos de otro tipo en los que se manipula la historia. Por tanto, no estamos de acuerdo. Los mitos antiguos, los mitos ancestrales, son de una importancia fundamental para conocer esa concepción que los mexicas tenían de su universo y del mundo.

Entonces, cuando se refiere a desmontar mitos más bien hablamos de desmontar mentiras porque los mitos son parte de la historia que también hay que conocer ¿no?

Claro, el ser humano crea su historia. Y parte de ella son los mitos de creación, de cómo surgió el universo, la Tierra, etc. Son mitos que son necesarios estudiar. Otros mitos corresponden a la creación de aspectos que no vienen al caso ahora, pero que son relevantes.

Después de un Día de la Hispanidad tan tenso en noviembre por las peticiones o exigencias del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de una disculpa pública de España a México por parte de Felipe VI. Usted como arqueólogo, ¿cómo ve esta polémica?

Históricamente sabemos que cuando México se independiza de España en 1821 y se establece como república, se entablaron enseguida relaciones entre México y España. España reconoce a la naciente república y México también reconoce a España. Es importante porque nos está hablando de una relación que se rompería más tarde, con el franquismo, pero que se vuelve a retomar después. Hay que mirar hacia el futuro. España y México estamos unidos por lazos indisolubles. La historia es la razón de ser de nuestros países.

¿Cree que la historia puede ser una posibilidad para unirnos y está separando a España y México?

Creo que estamos unidos. Una cosa es lo que se lleve a cabo en niveles gubernamentales y otra cosa es que somos pueblos que estamos unidos por toda una serie de razones y lazos.

Las excavaciones del Templo Mayor comenzaron en 1978. Esta tardanza en empezar, en comparación con otras de sus investigaciones, ¿Por qué se tardó tanto? ¿Ha sido positiva esa espera para tener mejores técnicas que han ido mejorando en estos 44 años?

Se habían hecho algunos trabajos en el centro de Ciudad de México. Pero es un área urbana moderna con edificios muy importantes de la etapa colonial. No era fácil poder entrar al subsuelo a excavar. Se dieron ciertas coyunturas que permitieron que pudiéramos acceder y penetrar en el tiempo para buscar ese pasado mexica, ese pasado azteca. A lo largo de estos 44 años, he sido testigo de cómo han mejorado estas técnicas arqueológicas aplicadas al encuentro del pasado. Las técnicas para los levantamientos han mejorado muchísimo para lograr mejores datos. La física, la química, la biología y la geología, que apoyan a la arqueología, han tenido avances importantes. Nuestras actuales generaciones que están investigando en el Templo Mayor pueden penetrar con mejores elementos en ese pasado.

¿Sabemos casi todo del México Prehispánico o queda mucho por conocer?

Queda muchísimo por conocer. En arqueología la paciencia y el rigor cuenta mucho. Hay que ir paso a paso. No se puede precipitar desde una investigación. Hay que ir con planteamientos teóricos y con elementos prácticos para ir armando aquel rompecabezas. Lleva tiempo y esfuerzo.

¿Cree que se podrán desenterrar más zonas? ¿Tienen planes en este sentido?

Hemos podido ir excavando y encontrando nuevos elementos arquitectónicos detrás de la catedral de Ciudad de México. Algunos de ellos ya están abiertos a la visita pública.

¿Ha encontrado muchas dificultades por parte del gobierno de Ciudad de México?

Nuestra ley de patrimonio 1972 es muy buena. Esta ley reafirma que cualquier obra puede ser detenida si hay vestigios arqueológicos de importancia que el Instituto Nacional de Antropología e Historia considere que deben estudiarse o conservarse. Cuando empezamos con el Templo Mayor en 1978, se aplicó. Se detuvieron las obras de la compañía de luz para dar paso al proyecto Templo Mayor.

En ese sentido, ¿creen que hay bastantes zonas por descubrir en Ciudad de México? ¿O los mayores descubrimientos serán fuera de la capital mexicana? ¿Está todo descubierto en Ciudad de México?

Para nada. De la antigua ciudad de Tenochtitlán hemos descubierto la parte ceremonial. Los templos que constituían el espacio sagrado. Toda una serie de vestigios y de barrios antiguos están todavía debajo de Ciudad de México. Solamente en un momento dado se puede penetrar para encontrar nuevos elementos. Hay un caudal de información que nos permite conocer el pasado de los mexicas o aztecas

¿Hay cierta exageración en el tema de los sacrificios y el sometimiento de los aztecas y los mexicas a otros pueblos prehispánicos que habitaban en México? ¿Tiene base científica o es más una anécdota?

Es importante saber cómo se dieron las situaciones. Es importante saber cómo el imperio mexica había sometido a otras sociedades que, en un momento de dato, van a apoyar a los españoles, que era un grupo minoritario, con muchos contingentes indígenas porque veían el peligro que el imperio mexica representaba. Hay que estudiar esto con rigor científico. Pero no pensar, como he oído por allí, que la presencia española vino a poner fin a tal cosa o a otras. Veamos como son los acontecimientos históricos para poder entender todo ese fenómeno y la manera en que se nos presenta.

¿La caída de Tenochtitlan o la llegada de los españoles podría considerarse una alianza entre pueblos prehispánicos y conquistadores sin olvidar los abusos de la colonización? ¿La caída de Tenochtitlan es el inicio de un México mestizo que llega hasta hoy?

Hay varias causas para la caída de Tenochtitlan. No solo fue esa que fue muy importante. Hubo otras causas, pero nos llevaría un montón de tiempo explicarlo. Hubo varias razones que influyeron en la caída de Tenochtitlan. A partir de aquel encuentro va a surgir el México de hoy.

Entonces, ¿la caída de Tenochtitlan es el origen del México de hoy? ¿O es una exageración?

Es una fase del proceso y de cómo se dio.

¿Es el México de hoy más prehispánico, más herencia española o una mezcla equilibrada de ambos legados?

El México de hoy es un país que se nutre de sus raíces indígenas y de las raíces españolas a partir del siglo XVI, al igual que muchos otros países de América.

¿Cómo ha sido el día de hoy? ¿Está un poco nervioso por el discurso? ¿Cómo afronta esta ceremonia de premios que será en octubre?

No, nervioso no. Ya tiene uno mucha experiencia en estos aspectos. Todavía no tengo los elementos del discurso. Será en octubre así que todavía hay tiempo de prepararlo.