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Cine

“Un héroe samurái” para toda la familia

Rob Minkoff (”El rey león”) se ríe de los clichés del género de samuráis y, con un guion de Mel Brooks, firma una de las películas de animación más divertidas del verano

Un heroe samurai
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El cóctel es explosivo: lo mejor de las películas de samuráis se mezcla con la comedia más visual de Mel Brooks. A ello, se le añade la labor al doblaje de Carlos Latre en la versión española y el saber hacer de Rob Minkoff en la dirección, responsable de obras de referencia como «El rey león» y productor de «Stuart Little», entre otras. Con ese cartel de grandes nombres ha llegado ya a la cartelera la recomendable «Un héroe samurái», muy entretenida película de animación de corte familiar que intentará repetir el éxito de «Minions: el origen de Gru» o «Los tipos malos», animación familiar para intentar “tirar del carro” de la taquilla. Con más de tres décadas de experiencia y dedicado a la animación de corte familiar, Minkoff atendió a LA RAZÓN por videoconferencia para hablar sobre el guion original de Brooks, las referencias al cine clásico de la película y ese mix de animaciones que puebla la cinta, convirtiéndola en el pasatiempo perfecto para refugiarse del calor junto a los más pequeños sin olvidarse de sus padres.

Más allá de la animación, la voz de Carlos Latre es otro de los alicientes de "Un héroe samurái"
Más allá de la animación, la voz de Carlos Latre es otro de los alicientes de "Un héroe samurái"La RazónLa Razón

-En la película, se rompe varias veces la “cuarta pared”. ¿Siempre estuvo en el guion de Brooks o se añadió por el camino?

-Estaba ahí desde el principio, realmente. Siempre fue un tipo de comedia basada en la metacomedia, donde los personajes recordaran constantemente a la audiencia que estaban viendo una película. Es el estilo de comedia que queríamos hacer todo el rato para sentirnos cómodos, para sentirnos libres respecto a lo que queríamos contar.

-Durante la película vemos hasta tres tipos diferentes de animación, ¿cómo se encajan, complica el proceso de la película?

-Un poco, pero seguía siendo divertido. De igual modo que con el guion, con la película, queríamos ser impredecibles todo el tiempo, que la audiencia no supiera qué venía después. Y como amante del cine clásico en el que está inspirada la película, no tenía sentido no tener una secuencia de animación distinta para los créditos iniciales. Se hacía tan divertido como necesario, porque así añadíamos más elementos al mix.

-¿Cómo se conjugan referencias a Toshiro Mifune con el humor dirigido a los más pequeños? ¿Es complicado apelar a varios tipos de audiencia?

-El género samurái es uno de mis favoritos y tiene tantísimos elementos de los que tirar... Y esta película es una especie de sátira del género entero, así que debíamos aprovecharlo. La idea del héroe y del valor es universal, pero no podíamos desaprovechar que muchos de esos padres y madres han visto las películas de samuráis y encontrarán comedia en los referentes. Creo que nos lo hemos pasado, incluso, demasiado bien haciéndola...

-¿Da miedo lanzar una película a nivel mundial, a esta escala? La animación está funcionando, pero sigue siendo complicado...

-No, no, en absoluto. Si acaso es un motivo más de celebración para nosotros. Como estudio y como producción. Porque durante los dos últimos años apenas hemos podido ir a ver películas como esta, que están especialmente pensadas para grupos grandes, para familias, para muchos niños juntos. Y poder hacerlo, después de una experiencia tan traumática, solo puede ser motivo de celebración.