Buscar Iniciar sesión

Crítica de “Nop”: no mires arriba ★★★★☆

UNIVERSAL PICTURES
La Razón
  • Sergi Sánchez

    Sergi Sánchez

Creada:

Última actualización:

Dirección y guion: Jordan Peele. Intérpretes: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Brandon Perea, Steven Yeun. Estados Unidos, 2022. Duración: 130 minutos. Ciencia-ficción.
Si algo tienen en común las tres películas que ha dirigido Jordan Peele es su preocupación porque las imágenes no nos devoren. El fotógrafo de “Déjame salir” permanecerá sentado frente a un vídeo infernal que le convertirá en esclavo de las clases blancas privilegiadas. La niña de “Nosotros” quedará atrapada en su propio reflejo en un laberinto de espejos. Y ahora, en “Nop”, es mejor que no miremos arriba, a los cielos que tanto fascinaban al Richard Dreyfuss de “Encuentros en la tercera fase”, porque allí hay una imagen de la muerte que lo absorbe todo. Una de las ideas más estimulantes de “Nop” es su discurso sobre el peligro de las imágenes: a veces puede parecer un peligro político, moral incluso, pero lo que más destaca es su seductor misterio.
Tal vez por eso “Nop” es una película sobre el cine -y su madre biológica, la fotografía- como el arte definitivo para registrar lo que no podemos mirar, para rendir tributo a lo que es visible pero innombrable. Cómo, si no, interpretar una película que empieza con el caballo de Muybridge y acaba… No diremos cómo acaba, pero sí que el jinete que cabalgaba sobre ese caballo era negro, y la que finalmente capta la imagen de lo que surca los cielos también lo es. Jordan Peele resume también la evolución del papel de su raza en la industria del cine (de protagonista de un nuevo espectáculo a proveedor de sus imágenes) en un filme que es a la vez un neowestern (“Río Bravo”), un homenaje al “Tiburón” de Spielberg (con Robert Shaw convertido ahora en documentalista explorador, un cazador de imágenes que podría haber sido, feliz idea de casting, Werner Herzog), una ‘sci-fi’ elusiva y bizarra (como lo fue “Señales”, el mejor Shyamalan) y cine de terror con chimpancé enloquecido al mando (ahí está, también, la nostalgia por el cine de los ochenta, con “Atracción diabólica” y “Link” como modelos).
Tal vez el defecto de “Nop” sea la sobredosis de ideas, dispersas en una fastuosa puesta en escena, ejemplar en el uso de los espacios abiertos y en el impecable diseño de sonido. Pero esa dispersión, que también afecta a la narrativa, encuentra brillantes resonancias cuando las imágenes nos dicen a dónde mirar. Es, quizás, en una mirada sostenida, que no sabremos si es de reconocimiento o de despedida, la de un niño y un chimpancé con el morro ensangrentado, donde reside la clave del filme: hay que aprender a mirar (y a filmar) a la altura de los ojos.

Lo mejor

Que el discurso sobre el cine como prueba irrefutable de lo innombrable tome la forma de una lúdica revisión del cierto cine de aventuras y ciencia-ficción.

Lo peor

Que a veces la catarata de ideas que mana del talento de Peele no acabe de fluir en un todo consistente.