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¿Cuál es el origen y el significado del dicho “Las verdades del barquero”?

Se trata de una expresión que alude a decir la cruda verdad aunque se trate de dar malas noticias: sin embargo, hay varias versiones de cuáles son exactamente esas “verdades” que le dijeron al barquero
Cubos de madera con letras
Blickpixel / PixabayCreative Commons
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

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Se trata de una expresión muy común en castellano. Suele utilizarse cuando a alguien le toca ser la persona que diga las cosas como son, expresar claramente lo que otros no quieren decir o ver. Sin embargo, pocos conocen que se trata de cuatro verdades enunciadas en lo que, según cuenta la leyenda, se trata de un viaje en barca ocurrido hace mucho tiempo. Pero ¿cuáles son esas verdades del dicho? ¿De qué viaje en barca estamos hablando?
Según se dice, aunque hay varias versiones del origen de esta expresión, los hechos sucedieron en la Alta Extremadura a orillas del Río Tajo. Allí, cerca de donde hoy se encuentra el Palacio de Alcántara, un lugareño se ganaba la vida de ayudar a cruzar el río y sus turbulentas aguas a los viandantes para ir entre las localidades de Talaván y Casas de Millán. Cierto día, un estudiante le pidió que le llevara en su barca gratis, pues andaba escaso de recursos, ante lo cual el barquero le respondió que lo haría de buen grado si conseguía impactarle con tres verdades irrefutables.
Y así fue como el estudiante le dijo al barquelo la primera de las verdades: “Pan duro, mejor duro que ninguno”, sentencia ante la que nada pudo replicar este. Sin embargo, aún tenía que darle otras dos: “Zapato malo, más vale en el pie que no en la mano”, en alusión a la antigua costumbre de quitarse los zapatos cuando el suelo estaba embarrado para no estropearlos. Entonces, el estudiante preguntó al barquero: “Si a todos pasas de balde como a mí, dime, barquero, ¿qué haces aquí?”. Éste respondió: ”Esta es la mejor verdad que has dicho, porque oficio que no da de comer a su dueño, es una tontería ejercerlo, y mucho peor si se hace con entusiasmo”.
Sin embargo, también hay otras verdades que se recogen como parte de este dicho: “Quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro”. Y la que probablemente es la más famosa de todas las verdades: “El que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas”.

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