Aitana: «No puedes ser estúpida para gustar»

La joven surgida de «Operación Triunfo» ha publicado un EP, «Tráiler», y prepara otro para este año.

Como todo lo que surge de una maquinaria de promoción tan aplastante como es «Operación Triunfo», es inevitable que haya cierto recelo con los jovencísimos artistas que algunos meses después publican un disco. Aitana Ocaña fue una de las revelaciones del programa, adorada por su naturalidad y envuelta en el melodrama de los amores publicados. Por eso, le dice al periodista que «no tienes cara de ser de los que preguntan por la vida privada». Lo tomamos como un elogio, pero queremos saber cosas de la Aitana músico. Acaba de publicar «Tráiler», un EP de cuatro temas nuevos y el ya conocido «Teléfono».

–He intervenido en todo. De todas las canciones soy autora salvo «Stupid». Me enseñaron muchas para hacer de intérprete y dije que no. Pero esa me encantó. Me gustaba el mensaje y dije que la quería. Pero en «Vas a quedarte» compuse con Morat porque yo quería un tema pensado para los conciertos que me sirviese para estar yo superíntima con el público. Quería una balada.

–Lo sé. Son estilos completamente dispares pero era lo que buscaba porque yo no oigo discos, sino canciones.

–Sí. Mis padres ponían el disco de Melendi, Estopa o Andy y Lucas... me acuerdo. Pero ahora mismo no sé qué me pasa que necesito escuchar una de rap, cambiar, una de otra cosa...

–Porque es super reivindicativo. Tanto que puede ser algo «hardcore». Habla en primera persona de lo que supuestamente te dicen que tienes que ser como mujer. Y luego añade que yo no puedo ser una mujer trofeo o alguien a quien puedas tener como objeto. Da un mensaje de que todas la chicas estúpidas les gustan los chicos estúpidos y pensaba que podía ser polémico porque siempre he pensado que debe haber cierta hermandad entre nosotras, pero también está bien que haya como un golpe. Entérate. No podemos ser estúpidas para gustarle a los chicos. De eso va la canción, pero es tan irónico que puede confundir.

–Por Dios, es súper necesario. La gente se piensa que todo ha cambiado muchísimo y ha avanzado porque las mujeres han luchado por eso en el pasado y gracias a ellas estamos mejor. Pero todavía quedan muchas cosas por conseguir. Yo me considero machista porque todos hemos nacido machistas sin darnos cuenta.

–Lo he dejado porque era imposible con «OT». Es que no estoy ni con mi familia. Pero lo quiero retomar cien por cien. Me gustaba Comunicación Audiovisual, aunque ahora creo que iré por la producción musical. Estoy retomando las clases de piano también, pero me mudé a Madrid...

–Perdía mucho tiempo en transporte. Y eso me empezaba a agobiar y necesitaba mi espacio. Soy más productiva cuando estoy sola porque lo hago todo yo sola, nadie me ayuda a salir adelante. Y en eso estoy madurando.

–Hicimos una canción en Los Ángeles que no me acabó de convencer y era tarde y queríamos hacer otra, pero no sabíamos por dónde empezar. Alguien trajo palomitas al estudio que eran dulces y saladas y me encantaron. Y pensé en la metáfora de que no sabes qué sabor prefieres. Es un tema adolescente que habla de cuando no sabes si te gusta un chico u otro. En el disco hay varios momentos de la relación: cuando estás mejor sola, cuando quieres que alguien se quede... y ese.

–Un poco, sí.

–Porque el tema de mi disco es «random», creo. No sé por qué todo tiene que ser coherente. Mi disco no lo es y no sé por qué debería.

–Sí, pero hay una parte de mí en cada canción.

–Sí, soy un poco caótica. Me intento organizar pero soy caótica, valga la redundancia.

–No sé... yo creo que todo el mundo. Igual para cantar sí...

–Soñaría con ser alguien con quien no me puedan comparar. Quiero encontrar mi propio signo. Algo que no exista. Valoro muchísimo a Rosalía porque ha conseguido algo que no existe. No me gustaría llevar el caos, pero tengo que descubrirlo. Ahora sale la segunda parte del disco.

–Sí, la gente me dijo: «Ay, el nombre, qué malo es, seguro que se lo han impuesto». ¿Tan malo es? ¡Lo había elegido yo! Realmente es así, es un tráiler de lo que llega.

–Te lo digo: la autoría de las canciones está a mi nombre. Cuando lo oigan, verán. Lo que va a salir ahora es todo es mío.