Arte

Una mirada más cercana a la cultura de la discriminación en el mundo del arte

La artista multimedia con sede en Berlín Cibelle señala que la exclusión por edad se trata de un problema endémico en el mundo del arte

Un grupo demográfico "más joven" de artistas
Un grupo demográfico "más joven" de artistasPatrick FitzgeraldWikimedia Commons

Varios artistas recurrieron a las redes sociales para quejarse de la política “edadista, antifeminista, queerfóbica y capacitista” de la Akademie Schloss Solitude en Alemania y, como resultado, han surgido planes para eliminar su límite de edad de residencia de 40 años. La fundación, que ejecuta programas de residencia para hasta 65 artistas internacionales al año, impuso la restricción de edad a los solicitantes desde que se formó en 1990.

Una portavoz dijo en respuesta a la protesta apasionada que “entendemos completamente [las] críticas [y] estamos en el proceso de adaptar los estatutos en consecuencia para poder cambiar las reglas para el próximo proceso de solicitud en 2023″.

El mundo del arte parece estar obsesionado con recompensar a la juventud. Las llamadas de apoyo a los “jóvenes artistas emergentes” son un estribillo común y, a menudo, se ven premios para los menores de 40 años. Para combatir esto, la artista berlinesa Cibelle está en proceso de establecer una organización autónoma descentralizada con más de otras 50 que se centrará en el trabajo de mujeres cis y trans, lesbianas, intersexuales, personas no binarias y trans.

La artista y coreógrafa Melanie Jame Wolf respalda este argumento en su ensayo, “Beginning, Middle (Age), End”, sobre cómo las artistas feministas y queer suelen dar múltiples fechas y lugares de nacimiento “para hackear el rastro de su identidad digital”. Mentir sobre tu edad, agrega, tiene “todo que ver con el acceso y la supervivencia, y absolutamente nada que ver con la vanidad”.

Wolf, que se describe a sí misma como alguien que llegó tarde a su carrera artística, detalla cómo cada solicitud de fecha de nacimiento en un formulario de solicitud o cada convocatoria de artistas jóvenes es “una fuente constante de ansiedad”. Ella escribe: “Cada una de estas cosas les dice a las personas que han estado ocupadas en otros lugares -con trabajo de cuidados, o en prisión, o superando el abuso o la adicción, o en general intentando sacarse a sí mismos y a otros de las opresiones estructurales, o simplemente viviendo- que no han logrado superar los hitos de la burguesía blanca de vocación decisiva, formación institucional, pasantías no remuneradas y éxitos emergentes de manera oportuna y respetable”.