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Museo del Prado

El desafío de limpiar

La Razón
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- ¿A qué se debe el excepcional estado de conservación de la obra?

–Principalmente, a que no se ha movido de la catedral desde su creación en el siglo XVI. También al montaje. El Greco montó el lienzo sobre un tablero de madera que lo aisló de las humedades y las corrientes de aire. Esto ha permitido que la textura, el grosor y los acabados sean los originales.

- ¿Cuáles han sido, entonces, las tareas principales?

–Se han tratado los levantamientos de color en la parte inferior y se ha retirado una capa de suciedad y barnices que se habían convertido en una especie de filtro sobre el color original. Los volúmenes quedaron anulados. Ahora se puede leer el espacio y ver las figuras entre ellas.

- ¿Por qué la limpieza es uno de los procesos más peligrosos en una restauración?

–Más que peligroso, es el más arriesgado. Si se desconoce la técnica utilizada por el pintor, al retirar el barniz se puede sacar el color, lo que es una pérdida irreparable.

- Además del color, otro de los cambios más evidentes son los que ha comentado sobre la parte inferior del cuadro, los levantamientos del color. ¿Cómo se resuelve técnicamente esta degradación?

–Se vuelve a pegar la pintura levantada y se nivela con estuco para elevar todo el lienzo al mismo plano. Después, se matiza con acuarela para que recupere la uniformidad.

- ¿Cuál es la importancia de «El Expolio» en el conjunto de la obra del pintor?

–En sus primeras obras se aprecia, sobre todo, la técnica veneciana y también la influencia de Miguel Ángel. Después, sus pinturas se vuelven más espirituales, menos matéricas, les resta naturalismo.