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Entrevista

Carmen Ro, periodista y escritora: «He descendido a los infiernos de Maria Callas»

Un nuevo libro celebra el centenario de Maria Callas, diva entre las divas y una intérprete marcada por la desgracia

Maria Callas, ejemplo incontestable de diva
Maria Callas, ejemplo incontestable de divaArchivoArchivo

Ser una diosa entre mortales. Así, de arranque, a lo loco, lo firmaría cualquiera. Sucede que la teoría es una caricia en la nariz y la práctica una explosión en el paladar, y quien haya visitado el paraíso certificará que allí también acechan los demonios. Que les pregunten si no a Marilyn Monroe, a Ava Gardner, a Whitney Houston. Criaturas que parecían de otro planeta y que tuvieron siempre medio cuerpo y casi toda la cabeza en las tinieblas. La neoyorquina de origen griego Maria Callas, que falleció hace 47 años y de cuyo nacimiento se cumple hoy un siglo –una palabra de cinco letras que encierra el universo entero–, vivió en un edén de cartón piedra y no dejó ni un segundo de tener al diablo susurrándole al oído frases que le abrasaban las entrañas. La más insigne cantante de ópera del pasado siglo fue, quizá, la mujer famosa de mayor prestigio de su tiempo. Por su talento interpretativo y por una elegancia de un clasicismo modernísimo. Pero fuera de los escenarios, en la compañía abrumadora de sí misma, era un animal herido por causa de una niñez atribulada y por la ausencia de un amor veraz. La periodista y escritora Carmen Ro quedó fascinada con la mujer más que con la estrella y decidió ficcionar, en «El cuaderno secreto de Maria Callas», un pasaje de su biografía que alteró dramáticamente su existencia: la travesía que, en julio de 1959, ella y otros ilustres invitados realizaron en un barco propiedad del naviero Aristóteles Onassis, el hombre más rico del momento, de quien se enamoró y a quien padeció como a una enfermedad incurable y mortificante. «Mi intención ha sido novelar el nacimiento, y la convulsión, de un romance prohibido», explica Ro. «Más allá de recrear la pasión que nació entre los dos griegos más famosos del mundo, me interesaba ahondar en el tormento de Maria a lo largo de ese viaje, el más peligroso y determinante de su vida. Mi novela abarca las tres semanas en las que ella y Aristóteles Onassis inauguran una pasión caníbal y un amor adúltero a bordo del “Christina”, el yate más opulento de entonces. Y en medio de los respectivos cónyuges y un grupo numeroso de invitados que incluía a millonarios y hasta a Winston Churchill». Con el tiempo hemos sabido que Onassis la maltrató, que incluso llegó a drogarla para mantener relaciones sexuales con ella. ¿Ha descendido la novelista a esos infiernos? «He descendido a los infiernos en los que Maria vive en ese momento, que son tres: su matrimonio con Giovanni Battista Meneghini, que participa ya de la ruina; una infancia trágica que la desvela aún cada noche, y el éxito cósmico de la Callas, la artista, que asfixia a Maria, la mujer. Aquel crucero arruinaría esos dos matrimonios. En el caso de Maria Callas, después de aquello no sólo su carrera va a estar herida de muerte, también ella misma se precipitará al abismo hasta su final desdichado y solitario en un apartamento de París». Pero ¿cuánto hay de ficción, de pura invención, en la historia que Ro ha escrito? «He colocado un pie en los hechos y otro en la imaginación, porque mi novela no es un acta de dato histórico sino la narración abierta de la pasión por vivir de Maria Callas, que incluye la apoteosis de la felicidad pero también el pavor a perderla».

«El dolor la definió. “Vivir es sufrir”, así lo expresó»

Carmen Ro

Como cualquier persona de celebridad desbordante, Callas ofrecía una imagen pública pero su interior, la mujer que se resguardaba bajo la prima donna, era un enigma más allá de sus no tan secretas tragedias personales. Tras haber estudiado a conciencia su vida, ¿ha entendido la escritora qué tipo de mujer fue? «Creo que algo medular que la define es el dolor. “Vivir es sufrir”, así de rotundo lo expresó. Desde que nació, el dolor estuvo siempre presente. Fue rechazada por una madre que nunca superó la muerte de su hijo Vassily, de tres años. Evangelia Dimitriadis se quedó embarazada para matar un luto que le resultaba insoportable. Esperaba, ansiosa, otro hijo, otro Vassily, pero nace una niña, Maria, y su madre no querrá ni cogerla en brazos. Maria padecerá toda la vida el drama de sentir que su madre la odia. “Tú no sirves para nada, sólo vales para cantar”, le gritaba una y otra vez a Maria, entonces una niña de más de 100 kilos de peso y poco agraciada físicamente. Introduzco en mi novela ese dolor que marcará su vida a través de un cuaderno secreto, de un diario íntimo de a bordo, que la soprano escribe durante el crucero. Después –añade– vendrían otros daños, el de un marido que la arruina y el de su verdadero amor, que la traiciona». No puede deberse a la casualidad que esta novela coincida con el centenario del nacimiento de la diva del bel canto. ¿Fue un encargo editorial o había un interés en el personaje y reparó en que sería una buena cosa que su relato concurriese con esa efeméride? «Siempre me apasionó el personaje, pero quería abordarlo desde la desconocida mujer que habitaba detrás de la diva; una artista cósmica que, en realidad, quería ser ama de casa. Lo cierto es que empecé la novela sin tener presente ninguna fecha. Fue la editorial la que me sugirió que publicarla coincidiendo con el centenario de su nacimiento resultaría un bello homenaje, y estuve de acuerdo. Y los plazos, por fortuna, dieron para llegar a tiempo».

Entrevista Carmen Ro / © Alberto R. Roldán
Entrevista Carmen Ro / © Alberto R. Roldán Alberto R. RoldánFotógrafos

«Creo que se ha escrito mucho sobre la Divina, la soprano más famosa del mundo, pero había mucho pendiente por contar sobre Maria. Me he centrado en levantar el retrato recóndito de la mujer que hubo tras la sombra cruel de la artista, la mujer que se aplaza, se lamenta, que llora en la intimidad, que duda, y que lo arriesga todo por un amor prohibido y suicida». Carmen Ro, madrileña, ha trabajado en todas las televisiones nacionales. Ha sido directora de programas, presentadora y colaboradora habitual en magacines y espacios de debate. También ha desarrollado su labor periodística en la radio y en la prensa escrita. Ahora es tertuliana en TVE, Telecinco, Cuatro, Telemadrid y RNE, entre otras tribunas.

Arriesgarlo todo por lo que está prohibido

Esta es la segunda novela de Carmen Ro y, al igual que la anterior, tiene como protagonista a una mujer que no sólo existió, sino que alcanzó una inmensa popularidad en su tiempo y que continúa siendo un mito. ¿Seguirá cultivando esa senda? «Llevo muchos años haciendo retratos de mujeres fabulosas en Radio Nacional de España. Por ese trabajo descubrí en su momento a Conchita Montenegro, la Greta Garbo española, y me empeñé en la aventura de rescatarla del olvido en la novela “Mientras tú no estabas”. Pero en “El cuaderno secreto de Maria Callas” he buscado el ejercicio contrario, porque este personaje lo exigía así. Tenía que construir una novela sobre una mujer que todo el mundo cree conocer. Si mi próxima novela será sobre otra mujer, o si esa mujer habrá existido o no, es algo que aún no tengo decidido. Creo que los personajes de las novelas te buscan antes de que tú empieces a buscarlos a ellos. Por eso hay que mantener viva la alerta, y la atención. Aunque ahora mi atención está felizmente secuestrada por Maria Callas».

«Fue una artista cósmica que, en realidad, quería ser ama de casa»

Carmen Ro

Cien años habría cumplido hoy la Divina. De seguir viva, habría contemplado un mundo muy distinto, en muchos aspectos, al que ella conoció, pero obstinadamente idéntico en lo que respecta a las pasiones y los tropiezos humanos. Un cielo y un infierno que Maria, la mujer envuelta en el celofán de la diosa Callas, tan intensamente transitó.