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Crítica de «Los amantes»: Hasta que la muerte nos reúna ★★★

Algo parece hacernos presagiar la tragedia cuando un filme francés se titula «Los amantes» a palo seco

Crítica de «Los amantes»: Hasta que la muerte nos reúna ★★★
Crítica de «Los amantes»: Hasta que la muerte nos reúna ★★★Cortesía

Algo parece hacernos presagiar la tragedia cuando un filme francés se titula «Los amantes» a palo seco. Y no, no hablamos de la producción de Louis Malle en 1958, tampoco aspirábamos a eso, aunque en la nueva película de la también actriz Nicole Garcia («Place Vendôme», «El sueño de Gabrielle»...) exista un triángulo amoroso burgués e imperfecto. Lisa y Simon forman una pareja inseparable desde la adolescencia. Salvajemente enamorados, esta hija de militar y este camello especializado sobre todo en la clase alta deben, sin embargo, cortar de raiz su historia cuando uno de los clientes de Simon pierde la vida tras una sobredosis y con la pareja, impasible, enfrente suya. Simon decide poner tierra de por medio, Lisa parece al principio volverse loca, y, mientras aguarda en vano noticias de Simon, encuentra trabajo en un club nocturno y conoce a un rico hombre de negocios (aunque nunca quedan demasiado claros los tejemanejes que se trae) mayor que la joven y con el que decide casarse.

Han pasado tres años, y el destino, que es un cabrón de mucho cuidado, decide reunir de nuevo en una isla del Océano Índico a los dos, que pronto saben que siguen igual de enganchados a la piel del otro. Simon recoge tablas de surf para ganarse la vida, cocina pescado para los amigos, intenta olvidar el pasado, y ella se acostumbró a un marido que la adora, a los hoteles de cinco estrellas y a todo lo que el dinero puede comprar, aunque nunca volvió a ser ni medianamente feliz. Hasta ahora. La cinta va derivando poco a poco en un presentido aunque anómalo «film noir» con unos personajes ardiendo en las llamas del infierno o de los celos y jugando cada uno la carta que mejor conoce. Simon y Lisa solo ven una salida: si una muerte los separó, quizá otra vuelva a unirlos ya para siempre. Un título presentidamente fatalista que no consigue, sin embargo, que ardamos en las llamas de esa relación maldita ni que nos impacte la resolución de la tragedia. Quizá tenga parte de culpa un final como plantado ahí mismo a falta de mejores opciones y que, en el fondo, el infortunio de ambos protagonistas (de los que, en realidad, sabemos tan poco) nos la traiga un poco al pairo aunque sean monísimos.

Directora: Nicole García. Guión: N. García y Jacques Fieschi. Intérpretes: Pierre Niney, Stacy Martin, Benoît Magimel, Roxane Duran, Mohamed Makhtoumi, Severino Negri, Grégoire Colin. Francia, 2020. Duración: 103 minutos. Drama.
Lo mejor: Que en ocasiones recuerda al cine francés de los años 50 y 60 apasionado y fatalista
Lo peor: Una mayor profundización en los protagonistas nos habría acercado más al drama que viven