Así era la primera peli porno de la historia

Los adultos del siglo XXI somos beneficiarios (para bien o para mal) del acceso permanente, inmediato y legal a imágenes de desnudo y de sexo a través de internet. Por eso, a estas alturas de la película, es difícil imaginar un mundo donde el sexo no constituya un recurso central y recurrente en los guiones de cine. Sin embargo... ese mundo existió. La presencia de material explícito en la gran pantalla ha ido evolucionando con el paso de los años; pasando del innecesario pudor del comienzo... al innecesario exhibicionismo actual.

Parece haber cierto consenso entre los espectadores en que este “destape” puede ser conveniente o -incluso- necesario para contar según qué historias. Sin embargo, también hemos visto como el desnudo se ha convertido, en no pocas ocasiones, en un reclamomás para llenar las salas. Esta crónica de liberación sexual ha estado marcada por algunos hitos reseñables. Pero -quizás- el más importante sea el de la primera película pornográfica de la historia:

Cómo hemos cambiado...

La película se titula “Le Coucher de la Mariée”, es decir, “El atardecer de la casada”. Curiosamente, el cine porno llegó casi en el mismo momento en el que los hermanos Lumiere le vieron alguna utilidad a esto del efecto phi (la consecución de varios fotogramas bajo una frecuencia concreta, hace que nuestro cerebro perciba movimiento donde hay -en realidad- imágenes estáticas). Este cortometraje de poco más de 3 minutos se rodó en el año 1985... el mismo año en el que se proyectó “La salida de los obreros de la fábrica” (que es la primera película de la historia). Aunque se emitió un año después.

Los responsables de la obra fueron los fotógrafos aficionados Eugène Pirou y Albert Kirchner. Pirou hizo las veces de productor y Kirchner hizo las de director, aunque debía darle bastante apuro dirigir un contenido tan obsceno, porque utilizó “Léar” como pseudónimo. La actriz que encarna al personaje femenino se llamaba Luis Willy y se desconoce el nombre del actor que interpretó al personaje masculino.

Es posible que el recato del lector no le permita contemplar la obscenidad y la falta de decoro mostrada en “Le Coucher de la Mariée”. Si este es el caso, quizás podamos ayudarle y contarle cómo se desarrolla la acción en formato literario... más amigable para los ojos de las personas más discretas:

Una pareja de recién casados llega al lecho nupcial. El esposo se acerca a su recién casa. Y esta, sonriendo y sonrojada, le pide que se retire mientras se desnuda. Él -caballeroso- obedece a su mujer y coloca un biombo entre ambos... para darle a ella la intimidad que necesita.

Después, el personaje femenino se quita -una por una- todas las prendas que lleva, hasta quedarse en ropa interior... o lo que se debía entender en aquel momento por ropa interior, porque -en realidad- cubre casi todo su cuerpo. Ella necesita tanto tiempo para desnudarse, que a su esposo le da tiempo -incluso- para ojear el periódico.

Sin embargo, los problemas del mundo no parecen ser suficientes para aplacar el ánimo del protagonista masculino de la cinta, que olvida los principios esenciales de la caballerosidad y se asoma indiscreto a través del biombo.

FIN.

Porno tan inocuo que puede verse en Youtube

La obra está basada en una obra de teatro que se había hecho popular en el París de aquellos días. Y si bien es cierto que Pirou y Kirchner cruzaron una línea que ningún otro había cruzado hasta aquel momento; en realidad, es bastante divertido pensar que esta cinta pueda ser considerada -bajo algún estándar- como ‘pornográfica’. La escena es tan inocente que es posible visualizarla en plataformas para todos los públicos, como Youtube: