«The United States of Amnesia», el testamento cinematográfico de Gore Vidal
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La potencia intelectual, la crítica política, la honestidad emocional y sexual y la dolorosa vigencia del discurso de Gore Vidal reviven en «The United States of Amnesia»
La potencia intelectual, la crítica política, la honestidad emocional y sexual y la dolorosa vigencia del discurso de Gore Vidal reviven en "The United States of Amnesia", un exhaustivo documental que se estrena en EEUU y que recoge su última gran entrevista, que ocupó desde 2005 hasta 2011.
"Cuando empezamos la película no era consciente, pero conforme se convertía en un proyecto que duraba tantos años, con tantos problemas de financiación, me di cuenta de que iba a ser su última palabra, una especie de testamento. Me sentí honrado pero también que tenía que dar algo que lo representara correctamente", explica a Efe su director, Nicholas Wrathall.
En agosto se cumplen dos años de la muerte de Vidal, el hombre que sacudió las conciencias estadounidenses durante décadas, bien a través de ensayo político, como "Washington DC", analista de la moral y las relaciones personales en "Sexualmente hablando"o como guionista de cine en "De repente, el último verano".
Y "The United States of Amnesia"es un panegírico de su vida y su obra. El repaso de un hombre omnipresente en la historia del país de las barras y las estrellas.
"Conoció, literalmente, a todo el mundo en la segunda parte del siglo XX. No puedes imaginar que una sola persona pueda haber hecho todo eso", asegura el cineasta, quien en el filme capta la condena del visionario: su pesar por ver cómo el mundo acaba dando razón a sus sagaces vaticinios.
"Lo que es increíble es que en todo ese material que tenemos de los años cincuenta y sesenta Gore está hablando de temas que siguen discutiéndose. Pensamos que hemos progresado, pero estamos en un péndulo", dice Wrathall.
Explica cómo "Gore Vidal estaba muy frustrado con la dirección que el país había tomado, mucho menos progresista de lo que debería, había mucho potencial después de Vietnam para ir hacia otro lado y no sucedió".
Vidal, ya en los cincuenta, con la televisión en blanco y negro, aseguraba que la diferencia entre homosexualidad y heterosexualidad era la misma que entre ojos azules o marrones, denunciaba la alarmante grieta de la desigualdad en Estados Unidos, un país del que decía que fue creado por los mejores hombres y desde entonces nadie ha vuelto a saber de ellos.
"United States of Amnesia"no arroja ninguna nueva luz sobre su vida y sus testimonios. Simplemente los deja brillar tal y como se sabe que sucedieron, lo cual no es poco, y los coloca en una frenética yuxtaposición de una hora y media.
El director se centra más en cómo Vidal lamentaba la deriva de la sociedad estadounidense, siempre con humor y algo de arrogancia, aunque también muestra su fe infatigable en el hombre, al ver mostrar su ilusión con el movimiento "Occupy Wall Street". Pero rehúsa voluntariamente a buscarle las debilidades.
"Podía ser muy viperino y muy cortante con la gente. A veces tenía que tener mucho cuidado durante el rodaje, pero creo que algo de eso se ve en sus discusiones públicas con Norman Mailer. No veía ninguna razón para darle a eso un toque sensacionalista", se justifica su director.
"Hay cosas que quedan sugeridas, como su afición a la bebida. Bebía mucho y hacia el final había momentos en los que estaba borracho y enfadado. Pero mi objetivo era que la gente se volviera a inspirar con su intelecto", añade.
El director asegura que Vidal mantuvo la brillantez hasta casi el final. "Al menos hasta seis meses antes de morir estuvo en plena forma intelectual. Con una memoria prodigiosa, capaz de recitar citas enteras de muchos de los libros que se había leído".
Ni siquiera al final bajó la guardia y derribó la frontera de su hábil oratoria para dejar entrever su cara íntima.
"Siempre era muy reservado con su núcleo emocional. No quería hablar de su relación personal con Howard (Austen, su pareja) o con su madre. No desde luego ante las cámaras, pero también muy poco fuera de ellas. Después de varios años con él, sí que empecé a descifrar algo y algo de ello creo que ha quedado en la película", dice.
Pero la gran pregunta que queda abierta en el documental es la de qué va a ser de Estados Unidos sin alguien que ponga al país contra las cuerdas como hacía él. "Ahora se ha ido, ahora veremos. No hay nadie como él, eso está claro. La gente después de la película se pregunta, '¿quién será el nuevo Gore Vidal?'", concluye Wrathall.