Un día para olvidar en Locarno
Para empezar, una pregunta rara: ¿alguien de este festival ha estado en el de Sitges? Esta pregunta está motivada porque en el festival de Cataluña delante de cada película ponen un chistecito del género desde hace mucho. Este año por primera vez en Locarno hacen lo mismo.
En la sección Piazza Grande, con un premio de una marca de champán a Mathhieu Kassovitz, se vio la película protagonzada por él "Sparring", de Samuel Jouy. Es una cinta a la cola de todas las que conocemos de boxeo. Narrada en primeros planos cuenta la historia de un mal boxeador pero amante cariñoso de sus hijos, que es la pate positiva del filme. Para ganar dinero se coloca de sparring. Toda la acción muy bien hasta que se estropea con un acaramelado final.
Dos mala cintas a concurso que no se sabe por qué están aquí. Una de ellas, "Gemini", de Aaron Katz. Ambientada en Los Ángeles y entre la gente del cine se convierte en un thriller resuelto absurdamente. Es el reino de las casualidades y la policía y los forenses son tan malos profesionales que no son capaces de descubrir que la asesinada no es la que creen. Además, la película se llama "Gemelos"cuando no se parecen nada la víctima y lapersona que está viva. Una lástima, pues hace ya muchos años que se rodó la obra maestra "Laura". En esta película el autor ha escrito el guión, la ha dirigido y la ha montado, lo que nos deja asombrados. John Ford jamás escribió un guión, nunca editó pero ganó cuatro Oscar como director. La otra absurda película cuenta con dos hándicaps. Uno de ellos, aguantar a Isabelle Huppert. Y el otro, una cantidad de tiempo enorme perdida para explicar una clase de problemas eléctricos y de distancia entre dos puntos. Hablamos de "Madame Hyde", dirigida por Serge Bozon.