Una Academia de Cine muy transparente y joven

Yvonne Blake, Mariano Barroso y Nora Navas presentan su candidatura para dirigir la casa. «Vamos a pasar el algodón», dijeron

Tras la agitación de la tormenta que se desencadenó este verano en la Academia de Cine, con la salida de su presidente, Antonio Resines, apenas un año después de haber accedido al cargo, y una serie de abandonos en cadena que dejaban a la institución totalmente descabezada, las aguas parecen volver a su cauce. Yvonne Blake, presidenta en funciones de la institución, se presentaba a yer a los académicos y los medios de comunicación junto a sus dos vicepresidentes, el director y guionista Mariano Barroso y la actriz Nora Navas. La terna se encargó de desbrozar el programa con que concurren en solitario a las elecciones que se celebrarán en el edificio de la calle Zurbano el próximo 15 de octubre. «Había dos candidaturas más, pero una no cumplía los requisitos y la otra se retiró cuando supo que nos presentábamos nosotros porque le parecíamos muy bien», señaló.

Días atrás, Barroso aseguraba en estas páginas que aún era temprano para hablar de un ideario, pero esbozaba las líneas que seguro estarían presentes en su candidatura: «Queremos que sea participativa, activa, abierta a los nuevos cineastas y al resto de profesionales del sector, que no se quede anclada, que avance en el tiempo, que se convierta en un lugar de encuentro. Y que sea un ejemplo de transparencia», resumía en pocas palabras. Ayer, prácticamente las mismas ideas eran desplegadas en un discurso a todas luces electoral que pivotó sobre un punto recurrente: la juventud. «El verano ha acabado y ahora llega el otoño y nosotros con él llenos de energía y en busca de sangre nueva. Existe una generación muy interesante de jóvenes directores, actores, guionistas..., y estamos abiertos para que todos encuentren su lugar en la Academia», lanzó Blake, quien añadió que «estamos ya hartos de ver las misma caras viejas en la Academia», y habló de bajar unos cuantos años la edad de los miembros de la institución. Una de las frases del encuentro fue «Tenemos intenciones y muchos huevos». Energía no les falta. La transparencia fue otra de las notas dominantes en el encuentro, en el que estuvieron también presentes algunos académicos y bastantes miembros de la junta directiva (los más críticos a la hora de formular las preguntas y a los que el anterior presidente «culpó» de su precipitada salida): «En el pasado todo ha sido bastante opaco, por eso queremos que ahora sea muy transparente. Vamos a pasar el algodón porque no engaña». Ahí queda.

Tercer punto del día: la expansión internacional del cine español, el contacto con otras instituciones académicas europeas, como la inglesa y la francesa, para unir esfuerzos y estrechar lazos. Blake fue enérgica con la concentración de poder en una sola persona, y dijo que no creía en ello «porque de esta manera se puede caer en el caciquismo. No estoy de acuerdo en dar más poder a la presidencia». No pasaron por alto un toque de atención al Gobierno en funciones, pues aseguraron que están dispuestos a sentarse «pero tendremos que saber con quién nos sentamos a hablar». «El Gobierno se autocastiga al castigar al cine español», declaró Barroso. Yvonne Blake comentó que «habrá que buscar más patrocinios y no sólo durante los premios Goya». Barroso se congratuló porque al estar entre dos mujeres «se sentía doblemente protegido» y percibía una vibración positiva que estaba seguro de que les iba a acompañar.

Siempre, o casi siempre, están en el punto de mira y a la terna no se le olvidó tener un recuerdo para los premios Goya, el buque insignia de la Academia de Cine, pues Yvonne Blake, que es figurinista, habló del deseo de cambiar su estética y de que la próxima gala fuera distinta, más austera, elegante y con un encanto mayor. «Pronto os podremos dar noticias porque estamos trabajando en ello», dijo.