Como perros torpes y mansos gatos

Autoría y dirección: Denise Despeyroux. Intérpretes: Jesús Noguero, Vanessa Rasero, Giovanni Bosso, Sara Torres, Pietro Olivera y Lorena López. Teatro Español. Madrid. Hasta el 17 de diciembre de 2017.

Fiando su suerte a la numerología, Matilde encuentra en su vida a Tristán, un tipo algo taciturno que no tiene demasiada suerte intentando conquistar a Cordelia, la mujer de la que también está enamorado su vecino Samuel, que la espía desde hace tiempo y que ha provocado, con esa actitud, que Cordelia consulte la posibilidad de denunciarlo a Carlota, la misma abogada con la que ha entrado en contacto el hermano de Tristán, Ismael, tras haber sido despedido de su empresa. Este argumento de historias cruzadas, con apariencia de culebrón y dividido en 15 escenas, sirve a Denise Despeyroux para volver a mostrar al público su personalísimo microcosmos poético y teatral, en el que conviven armónicamente, bajo inescrutables leyes, elementos provenientes de lugares tan lejanos como el surrealismo, la comedia de situación, el drama cuasi existencialista o, incluso, el simbolismo literario. La dificultad para encontrar un modesto techo en el que cobijar los nimios tesoros afectivos de cada uno de los personajes es el asunto central que la autora y directora uruguaya trata de aquilatar en una función que mueve a partes iguales a la extrañeza y a la ternura, y que deja en el espectador una sonrisa no exenta de inevitable melancolía. Bien es cierto que no todos los personajes de «Un tercer lugar» se alzan con la misma potencia y no todas las escenas están rematadas con la misma pulcritud. En este sentido, quizá sea lo más flojo de la función el personaje de Ismael –poco puede hacer el actor Pietro Olivera con él–, cuyo carácter, demasiado esquematizado, queda supeditado a un candor algo bobalicón y cargante. Esto hace que las escenas en las que él participa tengan menor recorrido dramático y se hagan más lentas y largas que el resto. En el punto contrario estaría el tímido, sentimental, escéptico y asustadizo Tristán, al que da vida un Jesús Noguero tan soberbio como siempre que, además, vuelve a hacer sus pinitos como acordeonista sobre el escenario (qué bien funciona, por cierto, este instrumento en el teatro y qué poco había sido usado antes de «Festen»). Junto a Noguero, destacan especialmente Lorena López, dando vida a la simpática y desdichada Matilde, y Vanessa Rasero como la hermética, o aparentemente arisca, Cordelia.