Crítica de "Àma Gloria": perder de nuevo a mamá ★★★★

Dirección y guion: Marie Amachoukeli-Barsacq. Intérpretes: Louise Mauroy-Panzani, Arnaud Rebotini, Ilça Moreno Zego. Música: Fanny Martin. Francia, 2023. Duración: 84 minutos. Drama.

Hay la misma verdad en Cléo (una sorprendentemente conmovedora, espontánea y maravillosa Louise Mauroy-Panzan) cuando ríe ante las ocurrencias de su cuidadora, Gloria (Ilça Moreno Zego, bondadosa, fuerte y cálida) como cuando llora desconsolada porque ha deseado la muerte de un recién nacido. Pobre princesa destronada. Cléo tiene apenas seis años, lleva gafas, perdió a su madre por un cáncer y quiere profundamente a Gloria, que la ha criado desde que nació junto a un padre casi siempre ausente. Pero, tras conocer una trágica noticia, la mujer debe abandonar París y regresar de inmediato a Cabo Verde, donde nació y viven sus hijos, a los que no ve hace demasiado tiempo. Y Cléo, desconsolada, consigue finalmente pasar en aquel país el verano junto a Gloria. Allí descubre el mar, las palmeras que no paran quietas por el viento, las pintorescas costumbres de los isleños, aunque también los celos y el premonitorio fantasma de la soledad. Hay tantos momentos de genuina emoción y sensibilidad en esta historia de amor puro llamada a la ruptura inevitable, hay tantos besos, tantas caricias, tantas miradas llenas de cariño, tanta complicidad entre las dos excelentes protagonistas (repetimos, la interpretación de la niña resulta asombrosa), que esta pequeña, sencilla película se nos hace tristemente corta. Tanto como a la preciosa Cléo aquellas irrepetibles vacaciones.

Lo mejor: la relación tan bella que se establece entre sus dos maravillosas protagonistas

Lo peor: que, como otras historias de amor puro, sepamos que un día deberá terminar