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Don Quijote baila en el Sambódromo de Río

larazon

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¿Qué haría el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha si aterrizara mágicamente en el Brasil de hoy? Seguramente, volverse aún más loco.
Esta es la tesis de una de las escuelas de samba del famoso Carnaval de Río de Janeiro, que ha querido dedicar su majestuoso desfile en el Sambódromo (en la madrugada de hoy) a uno de los personajes más icónicos de la literatura universal. Aprovechando el IV Centenario de la muerte de Cervantes los miembros de la escuela de samba Mocidade Independente do Padre Miguel ha diseñado todo un viaje por el ‘Brasil de la Mancha’ en el que no faltarán Rocinante, Sancho Panza, Dulcinea, los molinos de viento... Todos los detalles, desde las carrozas hasta las plumas de las jóvenes «passistas», tendrán inspiración cervantina.
Lo explica a LA RAZÓN el carnavalesco Alexandre Louzada, el director artístico encargado de diseñar el desfile y el máximo responsable de que Mocidade salga triunfante de la avenida: «Escogimos este tema porque Brasil hoy es un país de la mancha, pero literalmente. Por la corrupción, por todos los escándalos que ha habido últimamente, por los problemas que tenemos en la sanidad, en la educación... Pedimos a Cervantes que despierte al caballero Don Quijote y que venga a luchar con nosotros para vencer todos estos desafíos».
Brasil está atravesando la peor recesión de su historia reciente (se calcula que el PIB se encogerá este año un 3%), el Gobierno pende de un hilo y los casos de corrupción, empezando por la monumental trama de dinero negro que se originó en el seno de la empresa pública Petrobras, se multiplican por doquier. Esos son algunos de los «molinos-gigantes» a los que tendrá que enfrentarse Don Quijote en el Sambódromo. Los detalles sobre el desfile son el secreto mejor guardado de las escuelas de samba, que compiten fervientemente entre sí para organizar el mayor espectáculo del mundo, pero Louzada se ha atrevido a dar algunas pinceladas: La idea es que Don Quijote llega a Brasil imaginando un paraíso tropical exuberante y se encuentra un país corroído por la corrupción. La primera carroza ya será toda una declaración de intenciones; un gran molino de viento que se transforma en una sucia torre de petróleo. Y a partir de ahí las alusiones satíricas a la crisis que atraviesa el país no pararán: Sancho Panza aparecerá en lo alto de un gigantesco queso suizo agujereado por decenas de ratas vestidas de traje y corbata. Será un sutil recado al presidente de la Cámara de los Diputados, Eduardo Cunha, acusado de esconder dinero sucio en un banco del país alpino.
Como en realidad el ingenioso caballero no entiende nada de lo que está pasando decide ilustrarse un poco sobre la idiosincrasia del gigante suramericano consultando a los sabios de la literatura local, dando paso así a las alegorías referentes a escritores como Machado de Assis, Mário de Andrade, Guimarães Rosa, Castro Alves....hasta llegar a los más recientes compositores Chico Buarque y Caetano Veloso. Louzada está convencido de que su desfile contará con la complicidad del público en las gradas y generará muchas empatías, pero es cauto sobre las posibilidades reales de que la escuela se alce ganadora porque toca un tema incómodo para muchos: «Sabemos que vamos a contracorriente, vamos a poner el dedo en la llaga». Pero pase lo que pase el Miércoles de Ceniza, cuando el jurado dará su temido veredicto –momento en que los cariocas aguardan en vilo frente al televisor– Mocidade ya puede considerarse ganadora.
En una ciudad como Río de Janeiro, con tremendas desigualdades sociales, las escuelas de samba juegan un importante papel de cohesión social. Mocidade está enclavada en los suburbios más pobres de la ‘Ciudad Maravillosa’, con graves problemas por la violencia que causa el enfrentamiento entre los narcotraficantes y la policía. Aquí no es raro ver a jóvenes chavales que deberían estar en el instituto cargando un fusil. Sobreponerse a una realidad tan dura a base de percusión, plumas y purpurina tiene mérito, pero al margen de la música y la alegría los miembros de la escuela realizan una encomiable labor educativa. Este año se han repartido entre los chavales adolescentes centenares de libros juveniles sobre Don Quijote y la obra de Cervantes, para que conozcan mejor su historia y entiendan el por qué de ese himno que en estos días no para de sonar por el barrio. «En Mocidade hay muchos Quijotes que podrían usar las armas correctas, el cuaderno y el lápiz. Podrían ser los Quijotes del mañana. Por eso nuestro desfile quiere lanzar un mensaje optimista, de esperanza en la Mocidade». Y es que se da la feliz coincidencia de que en portugués Mocidade significa Juventud.

SABOR ESPAÑOL EN EL CARNAVAL MÁS GRANDE DEL MUNDO

El Sambódromo, una especie de estadio diseñado ex profeso por Oscar Niemeyer para mayor gloria del Carnaval, tiene capacidad para más de 70.000 espectadores, pero son decenas de millones los que verán los desfiles por televisión. El impacto que supone tener a un enorme Rocinante cabalgando en el Sambódromo es imposible de calcular. Pero no será la primera vez ni la última que el carnaval de Río tiene sabor español. Otra de las escuelas de samba históricas, Portela, dedicó el año pasado su desfile a hacer un homenaje a los 450 años de Río de Janeiro. Para remarcar que ésta es una ciudad «surreal» echó mano de Salvador Dalí, cuya obra ejerció en todo momento de hilo conductor. El responsable de la escenografía y el diseño de vestuario también fue Louzada, que remarca que para él es un orgullo tratar de estos temas porque es nieto de españoles.