El hispanista Stanley G. Payne «desilusionado» con los políticos españoles del siglo XXI
El talón de Aquiles de España "siguen siendo los nacionalismos, es un problema que hay que conllevar porque no se puede resolver, no hay resolución sencilla, directa, inmediata.
El hispanista estadounidense Stanley G. Payne ha mostrado hoy su "desilusión"por el comportamiento de los políticos españoles del siglo XXI
El hispanista estadounidense Stanley G. Payne ha mostrado hoy su "desilusión"por el comportamiento de los políticos españoles del siglo XXI, en una entrevista con Efe.
Payne, nacido en 1934, que lleva 60 años estudiando la Historia contemporánea española, mantiene que "la segunda mitad del siglo XX en España fue un periodo en el que hubo sorpresas bastante agradables y positivas", mientras que el XXI le ha generado "una cierta desilusión"por el "comportamiento de los políticos".
Su desilusión se sustenta, ha precisado, en "la baja calidad de las decisiones políticas, en las posiciones en la época (del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez) Zapatero, por los nacionalismos y por la corrupción". "Hay muchos factores negativos en la vida pública", insistió.
Por contra, en la segunda mitad del siglo XX le sorprendió "positivamente"los "éxitos"de "la modernización muy rápida bajo Franco"y "la democratización", tras la muerte del dictador.
El talón de Aquiles de España "siguen siendo los nacionalismos, es un problema que hay que conllevar porque no se puede resolver, no hay resolución sencilla, directa, inmediata. Hay que conllevarlo y ciertamente esa es la idea (del presidente Mariano Rajoy), porque sus iniciativas son pocas", ha criticado.
"Dejar que la situación se resuelva por sí misma... esa era una actitud bastante franquista, y se ve con frecuencia en la vida de algunas personas, pero sorprende esa ausencia de iniciativas en el Gobierno de Rajoy", señaló el catedrático emérito en la Universidad de Wisconsin-Madison y autor de más de una veintena de libros sobre Historia de España y de Europa contemporánea.
Rajoy es "un buen gestor de la economía, de un estilo bastante conservador, pero un buen gestor, pero, en cuanto a resoluciones audaces políticas, para eso, pues no", ha continuado Payne, quien acaba de publicar "365 momentos clave de la Historia de España"(Espasa).
No obstante, ha advertido que "la verdad es que no puede haber mucho más autogobierno porque el grado de autogobierno en España es enorme"y, en este sentido, Payne ha manifestado tener "bastante simpatía con la política de Rajoy, porque se han cedido tantas cosas que no se puede ceder más".
"La afirmación de que España ya no es nación, de que no existe, es muy extremista", ha asegurado Payne, para quien "siempre puede ser una posibilidad"hacer "pequeñas reformas constitucionales", así como de la ley electoral. "No se puede ser en todas las cosas un inmovilista", señala.
Más que "populistas", según Payne, "los lideres independentistas catalanes son radicales". "El populismo busca, dice que busca, no es la verdad, pero dice que busca la felicidad, el bienestar de toda la gente común, lo que pasa es que los nacionalistas extremistas no están buscando el bienestar de la gente sino que están buscando ciertos objetivos políticos suyos, algo más elitista", explica.
"Los vascos -continúa- a veces han sido mucho más violentos, pero después del fracaso del Plan Ibarretxe, que fue una ilusión total, no había la menor posibilidad de lograrlo, han sido bastante más tranquilos que los catalanistas, esperando ver cómo sale eso".
Y "si los catalanistas logran algo importante, entonces los vascos pedirán más. Están a la espera", según el autor de "El nacionalismo vasco. De sus orígenes a ETA"(1974).
Y a quienes le tildan de revisionista por sus últimos estudios sobre la Segunda República y Franco, Payne les responde que "la Historia es pura revisión"y, parafraseando a Marcelino Menendez Pelayo, recuerda que "no hay nada que envejezca más rápido que un libro de Historia". "Los historiadores estamos condenados a ser estudiantes perpetuos", concluye.
EFE