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El miedo de Francis Ford Coppola ante la llegada de un antivacunas a la administración Trump

El cineasta ha mostrado su intranquilidad frente al posible nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. como responsable del Departamento de Salud

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En el transcurso alterado de las últimas semanas, antes de que diéramos la bienvenida a un año que promete el mismo nivel de intensidad y desbordamiento mundial en lo que a sucesos y agitaciones sociales se refiere que el experimentado en 2024 -o incluso mayor-, la comunidad médica y científica estadounidense se ha mostrado preocupada por un posible nombramiento por parte de Donald Trump: el de Robert F. Kennedy Jr. para el Departamento de Salud. Desde hace varios años, el ex abogado viene transmitiendo periódicamente teorías conspiranoicas -defensa particularmente extendida en los últimos años entre la ultraderecha- que cuestionan el uso de determinadas vacunas, como la encargada de luchar contra la poliomielitis.

"La gente no comprende los terribles efectos de la polio, como la imposibilidad de respirar y estar abrigado por un pulmón de hierro, la imposibilidad de caminar o la parálisis total, son el resultado de los daños causados por esta infección", explicaba Francis Ford Coppola en un entrevista con la revista Deadline sobre las consecuencias de una afección que desgraciadamente el consagrado director sufrió de niño y que, ahora, se convierte en uno de los principales motivos por los que ha sido el primero en cargar contra otra de las decisiones suicidas del mandatario estadounidense. "Cambie de rumbo", le instaba el director de "La conversación".

Coppola, que padeció esta enfermedad viral que invade el sistema nervioso, pasó casi un año postrado en cama en su casa. "Recuerdo la noche que tuve fiebre. Me llevaron al hospital. Había tantos niños que había camillas apiladas de tres o cuatro en los pasillos porque había muchos más niños que camas en el hospital. Recuerdo a los niños en los pulmones de hierro cuyos rostros se podían ver en los espejos. Todos estaban llorando", subraya en la entrevista. Además, el cineasta recuerda que en aquel momento todavía no existía un tratamiento aprobado para tratar la poliomielitis. "Recuerdo a los que me decían que debía luchar y que podía vivir mucho tiempo, ser muy activo y hacer lo que quisiera. Pero todavía en silla de ruedas. Fue entonces cuando me di cuenta de a qué me enfrentaba. Mi padre no tenía confianza en este diagnóstico", afirma.

En lugar de seguir el tratamiento sugerido por los médicos, su padre lo llevó a una organización benéfica que ayudaba a niños con polio. Una enfermera autodidacta propagó la idea de que el mejor tratamiento para los niños con esta enfermedad era volver a entrenar sus músculos. "Esta señora, en cuatro o cinco meses, me devolvió gradualmente la capacidad de mover el brazo izquierdo", explica. Mientras tanto, "otros tratamientos implicaban yesos en las extremidades para garantizar la inmovilidad, y estos pacientes terminaban en sillas de ruedas o algo peor, porque sus músculos se habían atrofiado sin posibilidad de reparación. El horror fue lo que vi en un hospital lleno de niños gritando, y todo finalmente terminó, gracias a la maravillosa vacuna Salk que llegó dos o tres años después", explica con conocimiento de causa. 

Curiosamente, la prensa estadounidense ha revelado de forma reciente que personas cercanas a Robert F. Kennedy Jr. (en primer lugar su abogado Aaron Siri), intervinieron ante la Administración de Alimentos y Medicamentos, responsable de la distribución de medicamentos, para solicitar la revocación de la vacuna contra la polio. Aunque de manera pública Kennedy Jr. niega ser antivacunas, lo cierto es que una vez más -como ocurre en estos casos de asunción parcial de barbaridades pronunciadas que tanto prolifera en determinados sectores extremistas-, ha acusado repetidamente a las vacunas de ser nada menos que responsables del autismo, sin aportar ninguna prueba científica de sus acusaciones. 

También en 2022 se opuso a la aplicación de las obligaciones de vacunación contra el Covid en determinadas ciudades de Estados Unidos y ha llegado a comparar la política de la administración Biden con la de la Alemania nazi o la de la RDA en la época de la construcción del Muro de Berlín. Por su parte Coppola, considera "absurdo" el deseo de hacer desaparecer la vacuna contra la polio y remata "hay tantas historias sobre la vacuna, sobre cuántas vidas salvó durante una epidemia que no hacía más que empeorar...".