Elena Salguero: «Lo de vender discos ya ni lo pienso, son una herramienta»

Presenta su primer álbum y se define como «una persona sencilla que disfruta con la música» de estilos diversos, desde el soul hasta el flamenco.

Dice Paco Ortega que hace tres años «conoció a una cantante joven, con una ilusión casi infantil en sus ojos y muchas ganas de cantar. Con muchas ganas de vivir, de probar, de experimentar y de soñar cantando». La apadrinó y ahora saca su primer disco, al que ha puesto su nombre, «Elena Salguero», como presentación. «Esto no es solo un disco, es mi sueño. Todavía me queda un camino muy largo que recorrer y lo primero que necesito es darme a conocer». Un lanzamiento de Dulcimer Songs/Sony Music que, producido por Paco, cuenta con10 canciones acompañadas por otros tantos guitarristas. Todo un lujo.

–Una persona sencilla que disfruta y es feliz con la música, que intenta expresarse, transmitir emociones con las letras que canta y mostrar toda la sensibilidad que creo que llevo dentro. La música es como un salvavidas para mí.

–Los mejores. Desde el principio ha estado conmigo Jaime Medina, compositor y coproductor, y Paco Ortega, el motor principal y quien me ha dado esta oportunidad y me ha puesto en manos de Sony Music y de compositores y guitarristas de lo mejor.

–Diverso, tengo influencias de distintos estilos y artistas porque todavía estoy intentando descubrirme, pero no estoy casada con ninguno al cien por cien. Tengo un poquito de flamenco, que me encanta, un poco de soul, de funky, de pop...

–Es que yo soy fusión, valoro toda la música, la más conservadora y la más novedosa, sobre todo si está hecha con alma, con corazón y gusto por encima de etiquetas, sea fusión, de raíz, actual o antigua. Hay que dejar a las personas ser libres, porque es música. Se trata de transmitir sensaciones y emociones, y eso solo ocurre cuando sale de dentro, no de las etiquetas.

–Muy difícil, lo de vender discos ya ni lo pienso, los veo como una herramienta o una carta de presentación, pero pienso más en los directos. Para mí son muy importantes porque ves a las personas, ves sus ojos y cómo reacciona el público.

–Pienso que, aunque le tenga algo de miedo, o más bien respeto, es lo que estoy anhelando. Es como la culminación para cualquiera de nosotros que componemos y preparamos un disco para poder expresarlo en el escenario.

–Es una dura historia sobre prostitución y desilusiones. Evidentemente es una prostituta, pero no solamente eso, es una mujer que ha sufrido, que tiene su corazón dañado, que se ha ido por el lado más oscuro, no ha sabido curarse ese dolor y se lo ha devuelto a ella misma.

–Sí, porque tiene su mensaje de sufrimiento, de dolor, de dureza y de lucha también.

–La idea fue del realizador, Javier López, que nos propuso hacer referencias a ilustraciones antiguas de cuadros de prostitutas, «Olympia» y «Nana», de Manet, «Mujer subiéndose las medias», de Toulouse Lautrec, y «Pareja desigual», de Otto Dix. Les hacemos un pequeño homenaje. La portada del disco es un tributo a María Teresa, musa de Picasso, prostituta y amante suya, una mujer importante en su vida.

–El dolor, el amor, la verdad o la mentira, todo lo que afecta a la vida de las personas.

–Depende de cada caso. Hay personas a quienes les va genial, de repente hacen un «cover» que encanta y su música se hace viral; hay otras a las que les ayuda, pero hasta cierto punto. En mi caso me han servido mucho, por estos vídeos conocí a Ortega. También influye la suerte, dar en la tecla para conseguir seguimiento. En ese sentido, creo que yo he tenido mucha.

–Encontrar mi lugar y poder vivir de ella. Tengo ambiciones, pero no son disparatadas, quiero cantar en lugares bonitos y transmitir emociones, que mi música forme parte de momentos importantes de la vida de alguna gente. Que recuerden que se enamoraron con ella, que les alivió un mal momento.