Literatura

Madrid

Fernando del Paso: «México parece un país en decadencia»

El escritor Fernando del Paso recibirá el sábado el Premio Cervantes de Literatura

El escritor mexicano Fernando del Paso durante un encuentro con los periodistas en la Biblioteca Nacional
El escritor mexicano Fernando del Paso durante un encuentro con los periodistas en la Biblioteca Nacionallarazon

En Fernando del Paso la fragilidad sólo es apariencia. El escritor mexicano, que este sábado recibirá el Premio Cervantes de Literatura, trae consigo una resistencia interna, una rebeldía de vida, que le ha hecho superar una dura enfermedad que durante un tiempo le privó del habla. El autor, que forjó su literatura haciendo horas extra de noche, escribiendo de pie en su despacho, aferrado siempre a sus imaginaciones y fantasías para dar esquinazo al sueño y no rendirse al cansancio, aún desprende energía, una extraña vitalidad que le induce a perseguir la verdad, a seguir dando guerra. “Hemos tenido mucho gobernante inepto y codicioso -dijo en la Biblioteca Nacional, al reflexionar sobre la realidad de su tierra natal-. Ya no creemos en nuestro país, no en la misma medida en que creíamos antes. El pueblo tiene que reflexionar y poner más de su parte. México parece un país en decadencia”. Entre confesiones, bromas y malentendidos por una leve sordera y una mala acústica, admitió sus ganas de reponerse, de remontar los últimos flecos de su convalecencia para dedicarse a indagar en los problemas actuales y entregarse de nuevo a la militancia de la escritura. “Tenemos una mentalidad de países colonizados y es importante que nos vayamos deshaciendo de ella”, apuntó el autor de “Palinuro de México” y “José Trigo”.

El novelista, arropado por sus familiares y su enfermera, Lupita, eludió revelar secretos del discurso que pronunciará en la ceremonia de recepción, pero desgranó algunos puntos y avanzó algunas líneas: “Hay de todo, como en botica. Es una tercera versión y estoy contento con el resultado. Hablo un poco de política y mucho de literatura. Agradezco la increíble oportunidad de recibir el premio de más prestigio en lengua castellana, que es mi lengua”. Fernando del Paso sí avanzó algo de sus inicios literarios, “como cuento en el discurso, el escritor español que desató mi vocación fue Miguel Hernández con “El rayo que no cesa”. Me gustaron tanto esos sonetos... Por eso empecé a escribir, en 1958. Luego conocí a otros amigos que me sirvieron de maestros. “El Quijote” fue un descubrimiento muy temprano, pero también leí bastante a Gabriel Miró y a muchos autores españoles... me gusta Cela, los Goytisolo, Ramón y Cajal, Valle-Inclán, que me encanta, Gómez de la Serna... no hay uno, son muchos. Los clásicos del Siglo de Oro me sirven de alimento. Siempre vuelvo a ellos”.

De “El Quijote”, y de Miguel de Cervantes, a Fernando del Paso le quedó una lección que no ha olvidado y que, en realidad, fue un hallazgo, una revelación que siempre ha tenido presente y que ha impregnado su obra: “Leí por primera vez esta obra cuando era un chico de doce o tres años. Me asombró la riqueza del lenguaje y me gustó que la seriedad de este libro se lleve tan bien con el humor que hay en él. A través de esta obra me di cuenta de que el humor y la literatura no están reñidos”.

Deposita su legado en el Instituto Cervantes

El escritor Fernando del Paso, premio Cervantes 2015, ha depositado este jueves 21 de abril una camisa, un disco y dos libros como legado en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes de Madrid y con la promesa de que volverá a intentar escribir "hasta que se acabe la vida".

Acompañado del director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, el autor mexicano ha bromeado con el "extraño deseo"surgido al entrar en la cámara que contiene los depósitos de numerosos artistas y también predecesores en el Premio Cervantes.

"Estar aquí me trae un extraño deseo: que me depositen de cuerpo entero y me dejen tranquilo, con mis ilustres predecesores", ha ironizado. El deseo del poeta es que la caja se vuelva a abrir dentro de 100 años.

Del Paso ha introducido en la caja un disco en el que el propio autor interpreta fragmentos de sus novelas y una antología de sus sonetos. En cuanto a los libros, se tratan de la primera edición de su primer libro 'José Trigo' y la primera edición mexicana de 'Palinuro de México'.

El escritor se ha detenido en la camisa que pertenecía a su amigo poeta José Carlos Becerra, quien murió en accidente de coche mientras disfrutaba de una beca en Londres. Poco tiempo después, el propio Del Paso viajó a Londres con la misma beca y se alojó en la misma casa que su amigo.

Allí encontró esa camisa y la guardó, convirtiendo este objeto en ayuda para sus momentos de "pereza, desánimo o escepticismo". "Cada vez que sentía eso, me ponía la camisa y escribía. Hay hombres y mujeres que por su muerte prematura no pueden decir todo lo que tienen que decir", ha lamentado.

Del Paso ha ligado la historia de esta camisa con la actualidad, recordando las dificultades para escribir de sus últimos años a raíz de los infartos cerebrales. "Depositar esto aquí no significa que no vaya a escribir, me pondré la camisa una y otra vez hasta que se acabe mi vida", ha aseverado, informa Europa Press