Cuba

La Habana recupera el Sloppy Joe's, uno de sus míticos bares del siglo XX

Proceso de restauración del famoso Sloppy
Proceso de restauración del famoso Sloppylarazon

El Sloppy Joe's, uno de los míticos bares de La Habana en el siglo XX por su bohemia, su larga barra y clientes como Hemingway y Spencer Tracy, reabrió hoy, tras casi medio siglo en ruinas, gracias a una laboriosa reconstrucción que busca devolver a la ciudad una parte importante de su "memoria".

Inaugurado en 1917 por un comerciante español, el bar fue durante décadas un sitio de referencia para los turistas norteamericanos y un símbolo de la "movida"habanera, pero a diferencia de otros famosos locales como el "Floridita"o "La Bodeguita del Medio", cerró definitivamente sus puertas en 1965 y el tiempo lo destruyó.

"Tómese una foto en el Sloppy Joe's, su mejor recuerdo de La Habana", se lee ahora en algunas columnas interiores del restaurado local, junto a antiguas fotografías que rinden homenaje a sus años de gloria pero también sirven de credencial al negocio.

El historiador de La Habana Eusebio Leal aseveró hoy a periodistas que la finalidad de reabrir el "Sloppy""no es comercial"ni para "aprovechar un nombre", sino que se trata de "recuperar una memoria importante"para la capital cubana.

La Oficina del Historiador, que dirige Leal, fue precisamente la encargada de desarrollar el complejo proceso de restauración a partir de añejas imágenes y con la cooperación de personas que, incluso desde Estados Unidos, suministraron referencias y objetos del viejo local.

Su espectacular barra de caoba negra y 18 metros de longitud, la más larga que ha existido en Cuba, se convirtió en uno de los principales problemas para los restauradores.

Según anécdotas reproducidas dentro del propio bar, la pieza original fue cortada en tres partes, una de ellas se recuperó "de milagro"y a partir de ahí los carpinteros de la Oficina construyeron una barra similar, también de caoba, con espacio para 25 banquetas.

Otros detalles que se cuidaron fueron las típicas vitrinas y estanterías que exhiben decenas de licores de todo el mundo en las paredes, así como la confección del amplio menú de entrepanes, cocteles y "destilados"de los que presumía el sitio.

En el mostrador, ahora adornado con banderas cubanas colgantes, se sentaron alguna vez famosos como el escritor Ernest Hemingway o los actores Spencer Tracy, Clark Gable, Errol Flynn y Cantinflas.

"Hay algo en su atmósfera que creo que a la gente le debía de gustar", comentó a Efe la estadounidense Barbra Bachman, quien admite estar algo "obsesionada"con la historia del "Sloppy".

Bachman dijo que ha reunido pedazos de la historia del bar comprando antiguas fotos y postales en mercadillos cubanos, y posee hasta una imagen de la actriz Ginger Rogers allí.

Ubicado muy cerca del paseo del Prado, del Museo Nacional de Bellas Artes y del Parque Central, el espacio inicial del Sloppy Joe's era un bodegón que el gallego José Abeal compró con sus ahorros y después convirtió en bar.

El nombre del negocio ("sloppy"significa descuidado en inglés) le pudo haber sido sugerido por el propio Hemingway, según algunas anécdotas, pero en todo caso Abeal había pasado años trabajando en Nueva Orleans y Miami antes de establecer su negocio en Cuba y conocía el idioma.

La proclamación de la Ley Seca en Estados Unidos determinó en mucho el auge del bar, pues Cuba se convirtió en el centro del éxodo de comerciantes norteamericanos dedicados al tráfico de bebidas alcohólicas en la década del 20 del siglo pasado.

Algunos eslóganes de la época calificaban al "Sloppy"como el "cruce de caminos del mundo"y el "centro de atracción de la élite habanera y del turismo", en particular del norteamericano.

Ernesto Iznaga, gerente a cargo del bar, que ahora administra la compañía turística cubana Habaguanex, manifestó a Efe que el local estará orientado "a todo el turismo"pero puede que haya "muchos norteamericanos".

"Ya nos han visitado algunos señores que pertenecen a un club, el del Sloppy Joe's de la Florida (EEUU) y están muy interesados en venir", apuntó Iznaga.

Eusebio Leal insistió en que el "Sloppy"se ha reabierto "en primer lugar para los habaneros y para los cubanos", y después para "las personas que vienen de todas partes del mundo y particularmente de los Estados Unidos".

"Tendrán la posibilidad de darse cuenta de lo importante que es para nosotros la historia", aseveró Leal, y subrayó que esta obra es "una piedra más"en el actual trabajo de restauración que incluye al Capitolio, el Prado, el Gran Teatro y el antiguo Casino de La Habana.

Por su parte, varios clientes puntualizaron a Efe que aunque en Cayo Hueso (EE.UU.) existe otro "Sloppy", aquel se trata de una "copia"y el habanero es el "original".

Ernesto Casas, un cubano de 44 años que vive en Nueva York desde hace casi dos décadas, recordó que el bar apareció en la novela "Nuestro hombre en La Habana"de Graham Greene y en su adaptación cinematográfica, filmada en 1959 en la isla y protagonizada por el británico Alec Guinness.

"Una de las primeras cosas que quiero hacer en este bar es ir a su baño, porque en la película hay una gran escena en la que Guinnes va allí y un señor, lo persigue con unas guitarras y no lo deja orinar", afirmó Casas.