Sección patrocinada por sección patrocinada

Teatro

"Los gestos" argentinos de Pablo Messiez

El director pone encima del escenario del Valle-Inclán todo aquello que no se puede escribir

Elena Córdoba en un momento físicamente álgido de «Los gestos»
Elena Córdoba en un momento físicamente álgido de «Los gestos»Luz Soria

«Espero escribir sobre lo que no sé. Quiero decir, que escribo para el teatro procurando no caer en la tentación de dar lecciones de nada, sino de dejar en la obra suficiente espacio como para que respire y me cuente algo que no sabía antes de montarla», esto firma Pablo Messiez (Buenos Aires, 1974) en «Contexto teatral», y algo de esto debió de haber en la génesis de «Los gestos», su nuevo proyecto, que nació a partir de una estancia en Roma en una colaboración del Centro Dramático Nacional (CDN) y la Real Academia de España en Roma.

«Yo quería montar una obra en la que el foco estuviera en los gestos y cuando me invitaron a ir a la Academia a empezar la obra la tarea consistió básicamente en observar la ciudad y su gente e ir escribiendo a partir de lo que veía, así que Roma terminó siendo una parte fundamental de la obra por ser una ciudad en la que conviven tiempos superpuestos y por coincidir mi estancia allí con el homenaje a Pasolini en el 100 aniversario de su nacimiento. Su obra y figura han sido determinantes en la escritura –explica Messiez–, pero también late en ella un homenaje a la cantante Mina».

El cineasta está presente «como referencia estética, además de citarlo explícitamente con fragmentos de sus obras». «Los gestos» se estrena en el Teatro Valle-Inclán del CDN dirigida por Pablo Messiez con Elena Córdoba, Manuel Egozkue, Fernada Orazi, Nacho Sánchez y Emilio Tomé en el reparto. Para el autor, «cada nueva obra es un intento por entender algo más acerca del teatro. Y como el teatro es un laboratorio del mundo, también es un intento por entender algo más acerca de la vida, y esta experiencia concreta va de los gestos que hacemos y de los que nos pasan –afirma–. Poner el foco en ellos es hacerlo en aquello de lo que no se puede escribir, en lo que el teatro tiene de extraliterario, en las cosas que hace el cuerpo como resultado de ponerse en relación con otros». Así, Messiez resume la pieza como «la historia de un grupo de personas atrapadas en un espacio en donde las cosas se repiten y lo propio se vuelve ajeno. No nos queda otra que repetir, volver a sitios, sabiendo que si alguna vez se revela algo nuevo, será un privilegio».

Repetir y superponer

En su dramaturgia, el autor argentino ha querido «trabajar el procedimiento de la repetición y la superposición de un gesto sobre otro como herramienta para acceder a saber del cuerpo y dejar que eso vertebre toda la pieza con el deseo de pensarla como una construcción musical y, a la hora de escribir y componer la escena, centrarme en lo que sucede en términos de ritmo, dándole mucha más relevancia al trabajo sobre el procedimiento que sobre las palabras», concluye.