Haight-Ashbury, la calle donde comenzó el rollo jipi
La naciente «cultura de la droga» aumentaba el atractivo bohemio de un barrio de San Francisco deprimido. Nacía la oposición a la generación beat a base de «hacer el amor y no la guerra».
Es ya legendario que el 21 de junio de 1967 se reunieron en San Francisco más de doscientos mil jóvenes para celebrar el Verano del Amor. Dicen que quien recuerde lo que ocurrió en San Francisco aquel loco estío del 67 nunca estuvo allí. La droga corría sin freno por el cruce de las calles Haight con Ashbury, un barrio alternativo en donde vivían los jipis, alrededor de la tienda «Psychedelic Shop», en donde los hermanos Ron y Jay Thelin vendía adminículos para consumir drogas, libros esotéricos y pósteres psicodélicos. En este cruce, unas 40 manzanas entre el distrito de Negro-Fillmore y Golden Gate Park, se inició el movimiento contracultural jipi. La naciente «cultura de la droga» aumentaba el atractivo bohemio de este barrio deprimido, con casas de estilo victoriano, con alquileres baratos y cercano a la Universidad Estatal de San Francisco.
Aquel 1967 fue su año triunfal. Se inauguraron el Fillmore Auditorium, del avispado promotor Bill Graham, donde organizaron los primeros conciertos de grupos psicodélicos, y el mítico Avalon Ballroom, que canalizaba comercialmente las fiestas del grupo The Family Dog, del idealista Chet Helms. Helms formó parte del «Council for the Summer of Love», creado en 1967, junto a The Diggers y The San Francisco Oracle, para ayudar a los cientos de miles de jóvenes que comenzaban a inundar las calles de Haight-Ashbury para participar en los conciertos gratuitos del Golden Gate Park.
Con un artículo titulado «Hashbury», en «The New York Times Magazine», Hunter S. Thompson puso de moda el movimiento y su forma de vida alternativa, centrado en el consumo de drogas y el «acid-rock sound» californiano: The Mamas & The Papas, Jefferson Airplane, Grateful Dead y Janis Joplin. Por entonces, un jipi era lo opuesto al depresivo beat: alguien que estaba en el rollo y sabía cómo enrollarse. Un hedonista nostálgico de una vuelta a la naturaleza que despreciaba la vida burguesa y el consumismo. Eslóganes como «Peace & Love», «Haz el amor y no la guerra» y «Ama a tu prójimo» resumen el cambio de la revolución del «Flower Power» del jipismo anunciada por Scott McKenzie: «Si vas por San Francisco no olvides ponerte flores en el pelo». Un pacifismo como el de los Beatles con «All You Need is Love», aunque también necesitaron un tripi.
Bohemios beatnik
En el distrito Haight-Ashbury vivían los escritores bohemios del movimiento beatnik a finales de los 50. Un cruce cercano al Golden Gate Park donde se congregaron los jipis en la famosa sentada «Human be-in»: asamblea organizada por los comerciantes del barrio y apoyada con desgana por los activistas The Diggers, pioneros del movimiento jipi. Una especie de Ejército de Salvación anarquista, que repartió diez mil pastillas de LSD regaladas por el químico clandestino Owsley Stanley III, que se hizo multimillonario vendiendo ácidos a 5 dólares hasta que lo prohibieron.
Sin otra publicidad que el boca a boca, se reunieron en el parque 35.000 jóvenes, que se colocaban con su pipas de hachís ajenos al recital poético de Allen Ginsberg, disfrazado con un pijama hindú blanco. Le acompañaba Timothy Leary, ataviado también de gurú, junto al agitador estudiantil de Berkeley Jerry Rubin, que sentenció: «La sonrisa es nuestra pancarta política; la desnudez nuestra forma de hacer piquetes». Tumbados en el césped, los miles de jipis congregados comenzaron a colocarse.
Esta primera reunión fue el anuncio del famoso «Summer of Love», seguido del multitudinario Festival Pop de Monterey, donde se reunieron más de 200.000 jóvenes, que se desplazaron a San Francisco para seguir la orgía psicodélica y celebrar el nacimiento de una contracultura fundamentada en el sexo libre, las drogas psicoativas y el acid-rock.