La hermana de Carlitos Páez cuenta lo que casi nadie sabe aún sobre la tragedia de los Andes
Será este jueves en el canal de youtube Refugio Zavala TV
Madrid Creada:
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La hermana menor de Carlitos Páez, superviviente de los Andes, ha roto su silencio para contar detalles desconocidos de “la otra Sociedad de la Nieve”, es decir, sobre esa otra tragedia paralela que vivieron las familias de los muchachos durante la incansable búsqueda tras el accidente aéreo registrado en octubre de 1972 en la cordillera de los Andes.
La otra Sociedad de la Nieve. Así se titula, precisamente, este nuevo programa del canal de youtube Refugio Zavala TV que se estrenará este jueves a las 22:30 horas y que en menos de dos años ha reunido ya a casi 160.000 suscriptores. Parafraseando el título de la película de Bayona nominada a dos Premios Oscar, cuya gala se celebrará en la madrugada de este domingo al lunes, Agó Páez Vilaró relata en este anticipo de la entrevista el reencuentro con su hermano Carlitos tras setenta y dos días perdido en la nieve: “Aquella mañana, mi hermana Beba y yo subimos corriendo las escaleras del Hotel Sheraton de Chile, en una de cuyas habitaciones de la planta cuarenta se hallaba nuestro hermano recién rescatado. Llegamos hasta arriba sin darnos cuenta del tiempo ni reparar en el cansancio. Al entrar en la habitación, vimos a Carlitos sentado en la bañera y a nuestra mamá frotándole la espalda con un cepillo para tratar de limpiar las zonas ennegrecidas”.
El reencuentro fue inolvidable: “Me abracé a Carlitos sin parar de llorar de emoción”, recuerda Agó, que entonces tenía diecisiete años. Lo mismo que el día en que una gitana irrumpió en su casa con un ramo de flores, poco antes de la tragedia aérea, para prevenirle a su padre, como si de una premonición se tratase, que debían estar preparados para recibir un disgusto muy grande, como así fue. “Nos quedamos todos muy afectados, pero enseguida nos olvidamos de ello… hasta que se produjo el accidente”, comenta Agó.
La hermana de Carlitos Páez aporta un informe manuscrito y desconocido de su padre durante la búsqueda, según el cual él mismo fotografío las huellas en la nieve de Roberto Canesa y Nando Parrado tres días antes de ser rescatados sin saber que eran de ellos, sino creyendo que correspondían a las pisadas de sus buscadores.
Agó Páez Vilaró recuerda además el día en que su amigo Gilberto Regules volvió a nacer al quedarse dormido cuando debía embarcar con sus compañeros en el aeropuerto: “Le telefonearon varias veces desde allí, pero él siguió dormido y seguramente salvó la vida por eso”. Ella está convencida también de que los rezos incesantes de las familias durante todos aquellos días interminables, unidos a la fuerzas sobrehumanas de los dieciséis supervivientes, hicieron posible al final el milagro de los Andes.