Hildur Guðnadóttir, la música tras "Misterio en Venecia"
La compositora islandesa, ganadora del Oscar por la Banda Sonora Original de "Joker", atendió a LA RAZÓN con motivo del estreno de la nueva película de Kenneth Branagh
Madrid Creada:
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Kenneth BranaghJusto cuando el planeta cine vuelve, momentáneamente de Venecia, con una alfombra roja ciertamente deslucida por la falta de estrellas, el actor y director Kenneth Branagh vuelve a los canales. Y lo hace con todo un taquillazo. Desde su estreno el 15 de septiembre, "Misterio en Venecia" no solo se ha convertido en la película más vista de la taquilla española, si no que también ha repetido el éxito alrededor del mundo recaudando, al cierre de esta publicación, un total de 37,9 millones de dólares. En lo que es ya la tercera interpretación de Branagh de los trabajos de la escritora Agatha Christie y su célebre detective Hercule Poirot, el cineasta británico no ha querido reparar en rostros conocidos, sumando para esta entrega a Tina Fey como resabida compañera de fatigas, Jamie Dornan (al que rescata desde la emotiva "Belfast") o la flamante ganadora del Oscar, Michelle Yeoh ("Todo a la vez en todas partes").
Pero es que Branagh, volcado de una manera ejemplar en el éxito de su pequeña gran saga, tampoco ha escatimado en recursos técnicos. Y así es como ha llegado al proyecto la compositora islandesa Hildur Guðnadóttir, ganadora del Oscar a la Mejor Banda Sonora Original por su extraordinario trabajo en "Joker" (2019). Gracias a sus cuerdas ominosas y al trabajo mano a mano con el director para entender qué quería contar, "Misterio en Venecia" bien se puede entender como una película de terror, una especie de cuento oscuro y gótico sobre el amor y sus extremos perfecto para ir animando el final del verano y la visión, ya en el horizonte, de Halloween y todos sus espíritus.
"Sí, ya está a salvo. Lo tengo por fin conmigo. Ha sido una situación muy loca, muy extraña, pero ya ha pasado", explica aliviada y cómica Guðnadóttir a LA RAZÓN por videoconferencia, sobre una de las anécdotas más locas de lo que llevamos de año. La compositora islandesa, como todos los grandes de su profesión, también lleva consigo la pasión de la modificación y creación de nuevos instrumentos. Así, hace algo más de 15 años, empezó a dar forma a un tipo de violín alternativo que ya está empezando a usar en sus piezas. Durante la pasada primavera, la casa de la artista fue objeto de una entrada forzada, con los ladrones llevándose el instrumento y llevando a Guðnadóttir a los titulares alemanes (reside en Berlín) por motivos extra-musicales. "Solo existe uno en el mundo, así que puedes imaginarte el valor, también emocional, que tiene para mí. Fue muy estresante", recuerda la maestra.
Y así, en el breve espacio que saca la compositora para atender a la prensa (acaba de terminar su trabajo en la secuela de "Joker", donde repite Joaquín Phoenix y se suma Lady Gaga) en los nuevos espacios publicitarios a los que obliga la huelga de actores, Guðnadóttir da cuenta del proceso creativo junto a Branagh: "Trabajar con él ha sido maravilloso. Cuando se acercó a mí tenía muy claro qué quería hacer, quería una película mucho más oscura que las dos anteriores. Quería hasta un tono distinto, haciendo que la música se sintiera como de cámara. Recuerdo que fue muy insistente con la música atonal", explica la islandesa antes de seguir. "Es una persona muy alegre y empática. Y muy decidida, porque aunque probamos muchas cosas, siempre tuvo claro qué quería exactamente. Y es muy elocuente, porque tan solo con unas cuantas direcciones me dio pie a escribir muchísima música para la película. Eso permite, por ejemplo, que la música se pueda escuchar independientemente de la película, funciona ya por sí misma", apunta.
Sin llegar nunca a recargar las escenas, volcadas en el manierismo "repipi" de un Branagh que incluso en su vertiente más comercial enseña las dotes de un gran director, "Misterio en Venecia" es también un ejercicio de estilo en el que Guðnadóttir encaja a las mil maravillas. "Como artista, me siento muy apreciada en la industria. Es muy diferente, de proyecto en proyecto, cómo funciona el proceso, pero siempre me he sentido respetada. Es un mundo en el que tienes que empezar las relaciones casi siempre de cero y, en lugar de ser algo malo, es una oportunidad para entender a cada persona. Sobre la libertad, depende también del proyecto, pero siempre he hecho trabajos de los que estoy orgullosa, así que supongo que tengo mucha suerte. Quizá eso tenga que ver con ser una compositora más allá del cine, habiendo hecho y publicado música con anterioridad. Quien me llama, ya sabe cómo es mi trabajo, y eso me ha permitido ser siempre respetada", explica la islandesa antes de despedirse como, quizá, la gran compositora (con a) contemporánea de nuestro tiempo.