¿Por qué pintar de color rosa los vehículos de guerra?
Si tuviésemos que elegir un color para decorar el armamento bélico, probablemente el color rosa sería nuestra última opción. Sin embargo, hay un argumento táctico que lo justificaría:
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Si al lector se le plantease la posibilidad de decidir de qué color pintar un vehículo de guerra, probablemente la última opción que se le vendría a la cabeza sería pintarlo de color rosa. Al fin y al cabo, no es un color que sea precisamente conocido por inspirar el terror en el corazón de los enemigos. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial muchos vehículos bélicos se pintaron de rosa... desde jeeps y fragatas, hasta aviones de combate.
¿Qué es el Rosa Mountbatten?
Lord Mountbatten era oficial de la Marina británica en el año 1940; y con frecuencia, sus buques debían participar en misiones de escolta para travesías civiles. En una ocasión, cuando acompañaba a un convoy de la “Union-Castle Line”, observó que uno de los barcos de la compañía desaparecía en el horizonte mucho antes que el resto.
Cuando pudo acercarse, comprendió que lo único que tenía de especial aquella nave era que estaba pintada de arriba abajo de un color muy particular... que era una mezcla entre gris y lavanda que -a cierta distancia- hacía que los contornos del barco se difuminaran en la línea del horizonte que marcaban el cielo y el mar, haciendo más difícil predecir su posición y sus movimientos. Era el camuflaje perfecto.
Después de aquello, Lord Mountbatten decidió utilizarlo en los barcos de la Armada que él mismo comandaba... y la estrategia tuvo éxito. Una leyenda urbana dice que el Rosa Mountbatten le salvó la vida a los tripulantes del HMS Kenya (también llamado “The Pink Lady”, por estar pintado de este color), porque este peculiar camuflaje impidió que le alcanzasen los proyectiles de las baterías costeras.
Con el tiempo, otros oficiales pintaron sus vehículos con el Mountbatten Pink. Y no solo buques, sino que también se pintaron de este color algunos vehículos de la Royal Air Force, como los cazas Spitfire. Aquel camuflaje era ideal para realizar maniobras durante el amanecer y durante el atardecer. En estos momentos del día, las nubes adquieren una tonalidad rojiza que hacía que los cazas fuesen mucho menos evidentes desde tierra.
Otra ventaja de la que también gozaban los aviones pintados de este color, era que no brillaban tanto al recibir los rayos de sol como sí lo hacían otras aeronaves. Los Spitfire rosa eras herramientas perfectas para las operaciones de reconocimiento a baja altitud, porque los aviones que les sobrevolaban no conseguían distinguirlos con facilidad. Es algo que se pudo comprobar en los días previos al desembarco de Normandía, cuando el Escuadrón 16 de la Royal Air Force consiguió completar varias operaciones de reconocimiento sobre la zona de Arnhem sin ser detectados por las tropas alemanas.
¿Por qué dejó de usarse?
El uso de este tono malva grisáceo se extendió hasta el año 1942. Los militares se dieron cuenta que, de la misma forma que este color hacía que los vehículos fuesen prácticamente invisibles en las primeras y en las últimas horas del día; también los convertía en un blanco fácil al mediodía... que era cuando el rosa de los vehículos llamaba realmente la atención. Y aquello hizo que fuese abandonándose progresivamente.
Pero lo que hizo que dejase definitivamente de usarse, fue un estudio del Almirantazgo británico, que concluyó que el rosa Mountbatten no era “ni más ni menos eficaz en cuanto a camuflaje en el mar que los grises neutros de un tono equivalente”. Y si no existía realmente una diferencia entre pintar un buque de guerra de color gris y pintarlo de color rosa... la elección estaba clara.