Alfredo Alvar: “Los jóvenes acabarán la ESO sin haber aprendido nada de Historia”
El historiador y profesor de Investigación del CSIC se muestra perplejo al leer el nuevo currículum educativo
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Con el nuevo currículo educativo de la ESO, entre otras novedades, desaparece la evaluación del alumno mediante notas numéricas, los exámenes de recuperación y la asignatura de Filosofía. La asignatura de Historia, por su parte, dejará de impartirse de manera cronológica. Y primará el desarrollo de las competencias frente a los conocimientos o la memorización. Alfredo Alvar, historiador especializado en Historia Moderna de España y profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), preguntado al respecto, se muestra perplejo: «Al leer las competencias específicas de la asignatura de Historia en el nuevo currículum, uno no puede dejar de preguntarse quién ha redactado todo esto. Por poner un ejemplo: “Sociedades en el tiempo, los retos del mundo actual y el compromiso cívico”.
Son piruetas de sofistas que utilizan una serie de conceptos que no se definen. No es más que palabrería que no tiene nada que ver con la Historia. ¿Retos del mundo actual? ¿Eso qué tiene que ver con la Historia? ¿Y el compromiso cívico? Que está muy bien, pero es que eso es otra disciplina. La Historia es otra cosa. Aparece en el temario incluso comportamiento ecosocial. ¿Te imaginas a un profesor de Historia explicando comportamiento ecosocial en lugar del reinado de los Reyes Católicos? Es todo un disparate mal redactado, posiblemente por pedagogos e ideólogos de tres al cuarto que no han tenido en cuenta a los profesores, que son los que dan clase realmente en los institutos».
¿Y cómo se puede aplicar todo eso en la práctica? Alvar considera que «habrá profesores encantados, seguro, con este sistema con el que podrán confesionalizar a sus alumnos con el amparo de la ley. Es un totum revolutum donde hay excusa para poder meter todo lo que dé la gana y anular todo lo que dé la gana, porque es todo ambigüedad. Otros, sin embargo, estarán alucinados. Se van a ver obligados a explicar la Historia desde una perspectiva ideológica determinada». Por no hablar de cómo explicarla desde la perspectiva de género, del bienestar social y de la sostenibilidad. Es que yo no sé», bromea Alvar.
«Cómo lo vamos a hacer. Indican que hay que introducir la perspectiva de género en la observación y análisis de la realidad histórica y actual identificando los mecanismos de dominación que han generado y mantenido la desigualdad entre hombres y mujeres. Va a ser un compromiso explicar a Isabel la Católica, una mujer con tantísimo poder, o a la emperatriz Isabel. O el poder que ejercieron tantas reinas que dominaron las mentes de tantos reyes, como Felipe III, o a Sor María de Ágreda, escribiendo a Felipe IV».
Así las cosas, una vez terminada la ESO, los conocimientos reales sobre nuestra Historia de un alumno serían pocos o ninguno. «No habrán aprendido nada de Historia. Lo que el profesor, si sigue habiendo oposiciones a profesor de Historia, le haya querido enseñar. Tal y como está planteado el temario, no sabrá, si no se lo ha querido enseñar nadie, nada. Saldrá con 16 años sin saber nada de la España musulmana, de la España Cristiana, de la invasión del 711, del proceso de reconquista. De que antes hubo romanos y luego vinieron los godos. Ni del Imperio español. De todo eso aquí no se habla. Te quitan la cronología en la historia y lo dejan todo al albur y al albedrío del profesor, sobre él recae decidir qué explica».
¿Una cuestión de dinero?
«Lo que van a conseguir», reflexiona el historiador, «es que el que tenga dinero opte por llevar a sus hijos a estudiar fuera, que el instruido transmita su conocimiento a sus hijos. Pero el que no pueda permitirse pagar una educación de calidad no tendrá otra. La historia de la educación en España tiene un momento fundamental en el siglo XIX con Claudio Moyano, cuando liberales y progresistas deciden hacer una enseñanza pública, común y obligatoria a todos los españoles. Y este sistema, que consistía en construir un estado nacional para todos por medio de la educación, logra que la gente pudiera promocionarse. Con sus millones de imperfecciones, es lo que nos ha ayudado a todos desde entonces».
¿Y habría solución? «Esto lo ha parido un gobierno democrático, es lo que ha votado la mayoría de nuestra sociedad. Así que la solución, ahora mismo, es individual y pasaría por decirles a nuestros hijos que lean, que desarrollen la memoria, que aprendan de todo, sin plantearse si les va a servir o no para algo en algún momento porque todo conocimiento es importante. Que no dejen de aprender nunca, que tengan curiosidad. Que se entretengan aprendiendo y aprendan de todo».