Historia

Justa de pescadores: los “juegos del calamar” al estilo Egipcio

Este arriesgado deporte o práctica se llevaba a cabo, principalmente, para resolver conflictos que tenían que ver con la repartición de la cosecha y aspectos similares

Representación de la justa de pescadores en las tumbas de Saqqara
Representación de la justa de pescadores en las tumbas de Saqqaraarchivo

Una estrategia para sobrevivir. Esa era la principal prioridad de los participantes de “El juego del calamar”. En la serie de Netflix, que se colocó como una de las más exitosas del año en 2021, sus protagonistas se enfrentaban a diferentes fases, todas ellas con el riesgos de pasar a la siguiente o de morir. No había otra opción que la vida o la muerte, un juego de supervivencia que sobrecogió a gran parte del público y que estaba alentado principalmente por el premio millonario. De esta forma, no podemos dejar de recordar estos peligrosos juegos cuando profundizamos en qué consistió la justa de pescadores: también el riesgo de la muerte entraba en las propias normas del juego. Si bien no era un juego, sino más bien una práctica para solucionar problemas, se llevaba acabo hace miles de años, durante el Antiguo Egipto.

La justa de pescadores se utilizaba para resolver conflictos -principalmente con relación a los trabajos de tierra, como la repartición de la cosecha-, ya fuera entre individuos o colectivos, alrededor del 2.800 a.C. Su nombre se debe a que se ajustaban cuentas a bordo de pequeñas embarcaciones hechas con juncos e papiro, donde los participantes utilizaban pértigas con las puntas afiladas para atacar a su o sus adversarios. Los deportistas no llevaban protección alguna, y el riesgo aumentaba teniendo en cuenta que, de no ser suficientes las heridas provocadas por las lanzas, el agua del Nilo que rodeaba las barcas estaba repleta de hipopótamos y cocodrilos.

Por lo tanto, la justa de pescadores era, al igual que la serie coreana, una cuestión de vida y muerte. De hecho, se ha tildado esta práctica o deporte como el más peligroso que jamás haya existido en la historia. Y se conoce de su existencia gracias, principalmente, a los estudios alrededor de tumbas del Antiguo Egipto.

En ellas, se observan pinturas y relieves donde figuran pequeños grupos de hombres, cada uno empuñando un objeto largo y afilado. Quizá el caso más famoso de estas evidencias sea el de Saqqara, donde se muestran dos embarcaciones con grupos de hombres en ellas.