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historia

¿Fue la Iberia prehistórica un paraíso comunista?

La conclusión del libro «Hoces de piedra, martillos de bronce» es que era una sociedad basada en la igualdad de género, y la cooperación como modo de vida productivo en lugar del alienante trabajo por cuenta ajena

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Este libro es una reivindicación de las comunidades prehistóricas anteriores a la «familia patriarcal, las desigualdades sociales y la opresión del Estado» al servicio de la «clase dominante». Su fundamento es el clásico de Friedrich Engels titulado «El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado» (1884), pero no por sus resultados, sino por la perspectiva del socialista. Rodrigo Villalobos, el arqueólogo que ha escrito el libro que reseñamos («Hoces de piedra, martillos de bronce», Ático de los Libros), es marxista y su objetivo es redundar las conclusiones de Engels. Su intención es demostrar que ha existido un modo de vida feliz y armonioso ejemplo de lo que entiende por «comunismo», que viene a ser una sociedad sin machismo, de compartición de bienes, y sin represión de clase o estatal. Ese momento tuvo lugar en la prehistoria. Luego se estropeó el Edén por la llegada del espíritu capitalista, con su clasismo y machismo. Villalobos confiesa que su ideología marxista marca el modo de interpretar el pasado, por lo que el relato define lo que cuenta sobre su investigación.  

De esta manera la estructura del libro es peculiar. Empieza con la historia intelectual sobre las desigualdades y el impacto de Engels. Sigue con un estado de la cuestión acerca de temas posmodernos: el patriarcado, la desigualdad y el Estado en manos de los dominadores. Faltan el racismo y la LGTBfobia, lo que deja incompleto el relato del comunismo primitivo. Las partes tercera y cuarta están escritas para los profesionales de la arqueología, sobre el oficio y su futuro, a modo de memoria para una oposición docente. Y la quinta parte es la defensa de su tesis sobre ese comunismo primitivo y lo que podemos aprender de él cuando hoy vamos al curro y al gimnasio, al Mercadona o cogemos el metro.

La conclusión de Villalobos es que la Iberia prehistórica era un paraíso comunista basado en la igualdad de género y social, y la cooperación como modo de vida productivo en lugar del alienante trabajo por cuenta ajena. Villalobos sigue a Engels en su rectificación de 1883 del «Manifiesto comunista», libro sagrado para muchos genocidas del siglo XX, diciendo que la historia de la Humanidad es la historia de la lucha de clases, menos el primitivo régimen de explotación comunal. Esto último, dice Villalobos, no fue «barbarie», ni lo de hoy es «civilización», sino al revés. Moraleja: para acabar con los males del ser humano hay que desmantelar el sistema de dominación patriarcal y capitalista, y volver a las formas prehistóricas. ¿Quién se apunta?