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Hollywood se prepara para un atasco de películas bajo la amenaza de la inteligencia artificial

El fin de la huelga del sindicato de guionistas (WGA) abre un nuevo período de caos en la Meca del cine, con las agendas echando humo y un futuro incierto
Hollywood se prepara para un atasco de películas bajo la amenaza la inteligencia artificial / El sindicato de actores, aún en huelga, seguía en la tarde de ayer con los piquetes
Hollywood se prepara para un atasco de películas bajo la amenaza la inteligencia artificial / El sindicato de actores, aún en huelga, seguía en la tarde de ayer con los piquetesAP
La Razón
  • Matías G. Rebolledo

    Matías G. Rebolledo

San Sebastián Creada:

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Tal es el clima de celebración y fiesta esta semana en Los Angeles, tras el fin oficial de la huelga de guionistas 148 días después de su inicio, que a muy pocos les ha dado por pensar en quién va a pagar las facturas del desastre causado por las «majors». A los estudios, agrupados en la patronal AMPTP, el agujero inmediato para cumplir con las exigencias del sindicato les costará unos 233 millones de dólares. O, lo que es lo mismo, han dejado de ingresar más o menos lo que una (mala) película de Marvel a cambio de destrozar su imagen pública. Y es difícil, caso a caso, saber qué han implicado los meses de paros para los guionistas, desde los más pudientes hasta los más precarizados, pero es que el nuevo acuerdo alcanzado todavía deja lugar a muchas incógnitas.
La duda más inmediata en la Meca del cine pasa por el previsible «atasco» de proyectos que se va a vivir en el sector una vez se desconvoque también la huelga de actores -un proceso que podría llegar a su fin este mismo fin de semana, según se puede deducir de las columnas de opinión de los medios estadounidenses-. Pensemos, por ejemplo, en el caso de la actriz Emma Roberts («Scream Queens»), quien según ha desvelado «The Hollywood Reporter», ha rechazado varios proyectos de entidad por el compromiso que tiene con la célebre serie «American Horror Story». ¿Hay perjuicio? ¿Se está abriendo una nueva batalla legal de oportunidades no disfrutadas? Algo parecido le ha ocurrido a Daisy Edgar-Jones, que saltó a la fama por la serie «Normal People» y esperaba capitalizarlo en la temporada de premios de 2025 de la mano de la nueva película de Ron Howard. Ello no será posible, puesto que su contrato con el «remake» de «Twister» ha dejado a sus agentes inmersos en un huracán legal.
El sindicato de guionistas de EEUU acuerda poner fin a la huelga contra los estudios de Hollywood
El sindicato de guionistas de EEUU acuerda poner fin a la huelga contra los estudios de HollywoodEUROPAPRESS
Más allá de los problemas del primer mundo y de los caprichos de las estrellas, lo cierto es que el acuerdo alcanzado, aun siendo beneficioso para los guionistas, no casa ni mucho menos con sus demandas iniciales. Quizá la mayor victoria pase por los números humanos: los estudios se han comprometido a no reducir las plantillas y, de hecho, también a aumentarlas, para no sobrecargar de trabajo a los «showrunners» y que cada serie tenga una sala de guionistas acorde a su dimensión y sus ingresos. El WGA también ha triunfado para con el «streaming», donde han conseguido asociar sus beneficios a los millones de reproducciones que tenga una serie, pero donde nos dejan al resto de los mortales sin transparencia, ocultando esos datos al público.
Sin embargo, la gran amenaza que suponen las inteligencias artificiales queda sin neutralizar en el acuerdo preliminar y todo Hollywood le deja el problema a las generaciones futuras. Los guionistas se guardan las espaldas, firmando que la IA no podrá ser en ningún caso obligatoria y se deberá regular públicamente su uso si así lo deseara un estudio. También se regularán los entrenamientos de la IA, sin material que haya sido escrito para otros fines o se le entregue sin consentimiento. Pero, al final, lo que cierra el acuerdo es una especie de acuerdo marco más que una legislación o compromiso firme. No se dice nada sobre las identidades «robadas» o el entrenamiento alegal con el que ya se han alimentado a las IA, ni tampoco qué ocurrirá sin un estudio decide saltarse el acuerdo. Es normal el clima de celebración, pero la resaca puede ser dura.