John Galliano, la belleza te salvará
El estreno de «High and Low: John Galliano» profundiza en la genialidad del niño mimado de la moda
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Fue durante mucho tiempo el niño mimado de la moda. Desde la todopoderosa Anna Wintour, pasando por Bernard Arnault –propietario de Dior- o la «top model» Kate Moss, muchas eran las personas que alababan su trabajo. El genio de John Galliano parecía no tener límite, creando, temporada tras temporada, un sinfín de colecciones a cada cual más bella. Para el recuerdo (y para la historia de la moda) quedaron propuestas como sus «Incroyables», con la que se dio a conocer en 1984, o la que dedicó en 1998 al supuesto encuentro entre Isabel I y Pocahontas, con una Eugenia Silva sentada en la cabecera de la locomotora del Dior Express. Todo lo que salía de su cabeza creativa era una fantasía que nadie se quería perder. De hecho, el modista gibraltareño no se conformaba con ser un simple diseñador. Lo suyo eran verdaderas labores de arqueología donde investigaba sin cansancio (y dicen que sin límite de presupuesto) en los temas de los que pensaba podía sacar una colección, ya fuera Egipto, la Revolución Francesa o Juana de Arco.
Es por esto que, pese al escándalo que produjo la filtración de su vídeo, ebrio, confesándose fan de Hitler en 2011, nadie le olvidó. Galliano, todos lo sabían, no estaba en condiciones físicas ni mentales. Sus adicciones, su ritmo frenético de trabajo y el fallecimiento de uno de sus más próximos colaboradores le habían llevado a la locura. En Dior, incluso, se estaban cansando de sus caprichos y de tapar los líos en los que se metían, como pasares horas dentro del ascensor del Ritz de Londres imitando a un léon.
Quizás por eso, pese a que parece que todo el mundo le dio la espalda en aquel momento, siempre hubo ganas de perdonar al hombre que más había hecho disfrutar a la gente de la moda desde, posiblemente, los tiempos de Cristóbal Balenciaga, Jacques Fath o el mismo Christian Dior.
Y ese momento parece haber llegado. Tanto Danan Thomas, con su libro «Dioses y reyes», como el documental «Kingdom of Dreams» apuntaban en esa dirección que ahora se confirma con la llegada a las pantallas de «High and Low: John Galliano». En él, el creador, junto con Wintour, Moss o Sidney Toledano (el hombre que le despidió de Dior) afrontan esa situación en pantalla. El propio Galliano se enfrenta de hecho a una situación que, en otros momentos, a lo mejor le hubiera producido pavor: vuelve a entrar en los archivos de la firma que le conviritió en dios de la moda. Y no solo eso: se aporta un contexto y se humaniza más si cabe su figura, explicándonos las relaciones que tenía con su familia, en especial con su madre, una andaluza bailarina de flamenco.
Nos cuenta qué paso en el café La Perle aquel día de 2011 y los tres incidentes que tuvo con los clientes. Galliano, que lleva ya una década limpio, parece pedir así el perdón oficial en una sociedad que se ha acostumbrado a cancelar a las personas sin darles opción a la réplica. Este perdón se intuyó en su último desfile al frente de Margiela Artisanal el febrero pasado donde, a través de la belleza, pidió regresar para hacernos otra vez soñar.