Azúa, menudo repaso
Con su anterior «Autobiografía sin vida» (2010), Félix de Azúa (Barcelona, 1944) se adentraba en una rememoración personal construida sobre impresiones estéticas con un gran protagonismo de las artes plásticas. A esta original variante del recuerdo íntimo se suma ahora «Autobiografía de papel», un texto que, bajo la apariencia memorialista, entraña un jugoso ensayo sobre la literatura de nuestro tiempo. Con irónica intención se plantea un deseo: «Quisiera que este libro fuera de aquellos que se pueden leer en el metro». No, no es de aquellos. Asistimos aquí a un lúcido repaso de las tendencias intelectuales y artísticas que han predominado desde los años sesenta del pasado siglo; un balance de los pros y contras de una época de jóvenes airados y respuestas en el viento.
Entre reconocidos magisterios e ilusionadas expectativas, recordamos la gestación del grupo «novísimo», con Castellet al fondo; la arrasadora lingüística de Saussure, sustituida por generativismos varios; la decisiva influencia poética de Claudio Rodríguez y Valente; el estupendo retrato de Leopoldo María Panero; las idiosincrasias de Sánchez Ferlosio; la gigantesca sombra de Michel Foucault; el encaramiento Sartre-Camus; la fobia de Juan Benet hacia el cine y el arte de masas... entre otros asuntos. Algunos de ellos, como el compromiso del periodismo testimonial o el sentido estético de la felicidad, de hondo calado actual. Muy recomendable.