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Cuando un periodista juega a ser policía

larazon

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Una joven es hallada muerta en su apartamento de la plaza Pigalle de París. Su cuerpo está atado al ventilador, gira sin parar con un cuchillo en el vientre y un sostén en el cuello. Sesenta años más tarde nadie sabe qué ocurrió, pero una periodista reabre el caso, toma nuevas pistas, y persigue al presunto asesino; al parecer, un anciano que sufre alzhéimer, con lo que es complicado que recuerde lo sucedido. Con este argumento, el de su nuevo libro “Una mujer en Pigalle” (Roja y negra), el periodista Carlos Suárez pretende asentarse como escritor de novela negra tras publicar en 2004 “La muerte zurda”.
-La novela se inspira en el París bohemio de antes de la II Guerra Mundial, para eso se requiere conocimiento, ¿le gusta esa etapa histórica?
-Siempre he sentido fascinación por la época de las vanguardias, el periodo de entreguerras, y me parecía que además ese tiempo de los felices años 20 y 30 era ideal. Ya que iba a empezar la historia con el hallazgo de un cadáver en el París ocupado por los alemanes, también deseaba poder volver la vista atrás recuperar a los buenos veranos.
-La aparición del cuerpo es un poco retorcida.
-Me pareció la forma más espectacular de presentar un cadáver, y me aseguré de que en aquella época (1941) existieran ventiladores como en el que ella está colgada.
-¿Puede sustituir un periodista la labor de un policía?
Es verdad que el papel que suele hacer un policía en las novelas negras, en ésta lo hace una periodista. En el libro hay bastante crítica al periodismo, ella finalmente hace el trabajo a su manera y contra los criterios de su redactor jefe.
-Usted se dedica al periodismo, ¿le ayuda su profesión al escribir literatura?
-Es posible que el estilo de un periodista sea más conciso y no tan descriptivo, y eso facilita el no irse por las ramas.
-¿Le es fácil compaginar el periodismo con la escritura?
-Tengo la suerte de que trabajo los fines de semana, lo que tiene cierto sacrificio en la vida familiar pero me deja libre de lunes a jueves para escribir.
-Lo propio de las novelas negras son las sagas, ¿ha pensado en alargar esta historia?
-Estoy empezando a organizar lo que podía ser otra novela si es que sale, que hay veces que no, pero no tiene nada que ver con esta. Se espolvorean los mismos elementos de intriga, aunque el tema no es ni parecido.
-Usted trabaja en televisión, un medio que está lleno de noticias de sucesos, ¿eso le inspira?
,No, personalmente me he fijado en la historia real. Es decir, he cogido hechos veraces y los personajes secundarios ya existía y hacen lo que hicieron en su vida real. Es cierto que a veces los sucesos provocan que uno palidezca porque incluso superan lo que un novelista puede imaginar.