J. K. Franko: "Todos los sistemas, incluido el judicial, son manipulables"
El famoso escritor estadounidense publica en español su trilogía "La Ley del Talión", un thriller que explora los delgados límites entre la justicia y la venganza cuando falla el sistema judicial
Madrid Creada:
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Abogado de formación, J. K. Franko, seudónimo de Raúl Calvoz (Texas, 1968), decidió dedicarse a escribir impulsado por la experiencia en la redacción de multitud de artículos jurídicos durante los 25 años que ejerció la abogacía en EE UU. Tras ocho «abortos literarios», como él los llama, e impulsado por su mujer, la española Raquel Cordón, ha publicado su primera trilogía de novela negra, «La Ley del Talión» (Planeta), compuesta por «Ojo por ojo», «Diente por diente», y «Vida por vida», donde Franko plantea qué hacer cuando falla el sistema judicial y explora los delgados límites entre justicia y venganza. Dos matrimonios que han pasado por experiencias muy traumáticas, la violación de una hija y la muerte de otra por homicidio imprudente, acuerdan actuar por su cuenta.
Para evitar sospechas, cada pareja se ocupará de la bestia negra de la otra. Esto los sumerge en una espiral de desafíos, retos policiales y conflictos morales y nos lleva a preguntarnos: ¿hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar para reparar una injusticia si el sistema judicial hace aguas o es manipulado?
−¿Existe el asesinato perfecto?
−Existe. En EE UU solo se resuelven aproximadamente el 45% de los homicidios cometidos cada año. En «Ojo por ojo» los protagonistas hacen un análisis de cómo cometer el crimen perfecto basándose en lo que un detective de homicidios estudia para graduarse en ese oficio. Si un asesino sabe qué pistas buscará la policía, es bastante sencillo matar sin consecuencias.
−¿Y qué diferencia existe entre el crimen premeditado y el pasional?
−La gran diferencia es la planificación. Una persona que asesina con premeditación se lo ha pensado, ha intentado organizarse y tiene más probabilidades de que la policía no lo descubra.
−¿El sistema judicial tiene lagunas?
−Todas las instituciones son manipulables porque los humanos lo somos y una institución como es el sistema judicial es simplemente una agregación de humanos dedicados a un objetivo. Un buen abogado defensor sabe cómo aprovecharse del sistema judicial para el beneficio de su cliente, y un buen fiscal también sabe cómo evitar el abuso del sistema.
−¿Hasta qué punto es legítimo (no legal) que padres que pierden a su hijo/a se tomen la justicia por su cuenta?
−Este es uno de los temas de la trilogía de «La Ley del Talión». Si el sistema judicial falla y un asesino no sufre las consecuencias debidas, ¿podemos decir que realmente se ha hecho justicia? No. Y si no la hay, podemos dejarlo así o se puede actuar para conseguirla nosotros mismos.
"Un buen abogado sabe aprovecharse del sistema judicial para el beneficio de su cliente"J. K. Franko
−¿La ley es igual para todos?
−En este caso concreto, hablamos del hijo de un político, y aunque esperamos e intentamos que la justicia sea igual para todos siempre ha habido y habrá abusos. Culpables que no son juzgados e inocentes que van a la cárcel, aunque en la mayoría de los casos el sistema sí funciona. Lo interesante desde el punto de vista literario es qué hacer cuando el sistema judicial falla.
−¿Cualquier persona puede ser un asesino en potencia?
−Todos somos capaces de matar. La cuestión es en qué circunstancias. Qué tiene que suceder para que alguien «normal» llegue a ese extremo. En la trilogía de «La Ley del Talión» hay varios momentos donde vemos cómo personas «normales» llegan al extremo de la venganza. Pero cada situación es distinta. Lo interesante es ver en qué momento el lector piensa «yo también sería capaz de hacerlo en esas circunstancias».
−¿Qué diferencia hay entre justicia y venganza? ¿Son conceptos que van de la mano?
−La justicia es simplemente la venganza en manos del Estado. En teoría es más imparcial y menos personal y necesaria para mantener el orden social. Pero para la víctima, el criminal es más personal y también lo es que haya consecuencias. A ella le da igual que sea el Estado u otra persona quien actúe, lo que necesita es que el mal sea reparado.
−¿Pueden la ley o la venganza calmar el dolor de un padre de perder un ser querido?
−Se dice que el dinero no puede comprar la felicidad, pero ayuda...Creo que la venganza es así también. No se puede deshacer un crimen, y nada puede paliar el dolor por la pérdida de un ser querido, pero creo que se puede dormir mejor sabiendo que «el malo» ha sido castigado por sus acciones porque se ha hecho justicia.
−¿Qué debe tener un thriller para mantener en tensión al lector todo el tiempo?
−El ritmo es fundamental. Es imprescindible captar el interés del lector en la primera frase del libro y resolver todo, sin cabos sueltos, en el último párrafo. Todo lo demás debe de ir acelerándose para llegar a ese final.
−¿Cree que su trilogía podría llevarse en algún momento a la pantalla?
−Estamos hablando con varias productoras. Creo que podría ser una serie de televisión de tres temporadas, una por cada libro.
- «La Ley del Talión» (Planeta), de J. K. Franko, 560 páginas, 30,60 euros.