¿QUIÉN DIJO QUE LA NOVELA NEGRA NO ES PARA INTELECTUALES?
Por Toni Montesinos
En torno a la novela negra siempre ha habido cierta controversia, por más que hoy sea una realidad comercial absolutamente exitosa. Es narrativa de puro entretenimiento, a la que incluso los que la disfrutan le dedican palabras de cierto desdén y que ha sido ninguneada por los historiadores de la literatura o los críticos literarios. Porque, si bien recibió el aplauso de grandes literatos como Faulkner, Yeats o T. S. Eliot, muchos fueron también los que se preguntaron «¿Por qué la gente lee novelas policíacas?», como reza un ensayo de Edmund Wilson.
Este reconocía haber leído una novela de Agatha Christie ambientada en Egipto –suponemos que «Muerte en el Nilo»– que lo tuvo atrapado, aunque la acabaría despreciando hasta el punto de no querer abrir ninguna otra narración suya. «Uno no puede leer semejante libro, uno lo recorre para ver el problema solucionado», dijo. Y su amigo Nabokov consideraba que la novela de detectives era la negación del estilo, literatura convencional mal escrita y aburrida.
Pero el lector no busca excelencia estilística en estos libros, sino una trama que lo agarre, un caso que desentrañar y un detective carismático por más que muchos autores hayan dado ejemplos sobresalientes de encarar el género, como Pierre Lamaitre, ganador del Goncourt 2013 y que en obras cortas como «Rosy & John» logró textos redondos que transmitían suspense y resultaban perfectos para llevarse a la pantalla. De hecho, en este «Diccionario...» (traducción de José Antonio Soriano Marco) aparece «The Wire». Y es que «las series fueron un regalo del cielo para los novelistas y los guionistas. Eran el eslabón ausente entre el cine y la novela».
Lemaitre ha conseguido un libro jugoso, que obedece a sus gustos y acoge conceptos (violencia, verosimilitud, realidad, técnica…), escritores (Yves Ravey, Dennis Lehane, Petros Márkaris, Elmore Leonard, Joseph Incardona…), clásicos (Hammett, Chandler…) y obras: «A sangre fría», «El nombre de la rosa»... En una época en que internet y la Wikipedia han apartado casi por completo la publicación de diccionarios o libros de corte enciclopédico, proporciona una mirada para dar o no la razón a la acusación de que la novela negra abusa de estereotipos.
- «Diccionario apasionado de la novela negra» (Salamandra), de Pierre Lamaitre, 512 páginas, 24 euros.
▲ Lo mejor
La cantidad de autores que para el lector español serán poco conocidos y que merecen la pena.
▼ Lo peor
Hay ausencias de peso, pero es lógico, ya que el terreno resulta inabarcable.