Literatura

Carmen Mola: «Si se trata de tener un estilo propio, Carmen Mola sí es una franquicia»

En «Las madres», Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez vuelven a fundirse para enfrentar a la inspectora Blanco a un nuevo caso

Desde la izquierda, Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez
Desde la izquierda, Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín MartínezAlberto R. RoldánLa Razón

El misterio engancha. La incertidumbre atrae a la curiosidad, y no hay mayor combustible para un ser humano que el de quedarse con la miel en los labios. Es por eso, en parte, que un género como el de la novela negra y policíaca atrae a tantos lectores. Entre el «boom» que rodea a este tipo de libros podríamos situar a Carmen Mola, que ya no solo resulta irresistible por lo arcano de sus tramas, sino porque se trata de una autora que también sorprendió con su propia firma. Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez son Carmen Mola. Los ganadores en 2021 del Premio Planeta por «La Bestia» destaparon quiénes estaban tras las aventuras de la inspectora Elena Blanco, a quien vuelven a enfrentar ante un nuevo y tenebroso misterio en «Las madres». En esta nueva entrega de la saga que iniciaron con «La novia gitana» y continuaron con «La red púrpura» y «La nena», la protagonista se enfrenta a un perturbador caso: aparecen dos cadáveres masculinos con un feto de casi siete meses en el interior de sus vientres.

¿Es el último libro de Carmen Mola?

Jorge Díaz: En absoluto. Esperamos que queden muchos libros de Carmen Mola. Nos encanta escribir así, nos ha ido muy bien y nos quedan muchas ideas. Esperamos que haya bastantes más, lo que no implica que haya libros de cada uno por separado. Pero creemos que a Carmen Mola le queda una larga vida.

¿Qué camino le espera?

Agustín Martínez: Seguiremos el mismo camino, sabiendo nuestra identidad o sin saberla. Lo que nosotros creamos es una manera de escribir novelas o un estilo particular cuando nos juntamos los tres. Hay una evolución del primer al último libro, como la habría en cualquier escritor, aunque en este caso sea un autor con varias almas, pero Carmen Mola sigue siendo la misma.

¿Cuál es la esencia de escribir bajo un pseudónimo?

Antonio Mercero: Crea cierto misterio. Más que ventajas, lo que veíamos era la necesidad de un pseudónimo, porque ver tres nombres en una portada podría tener un efecto, además de feo, disuasorio para el lector. No hay mucha costumbre de leer una novela a seis manos. De hecho, es algo pionero en España.

¿Podríamos considerar a Carmen Mola como una franquicia literaria?

J.D.: ¿En el sentido de que le cedamos el nombre a otros escritores? (Ríen). Creemos que cualquier autor acaba teniendo un estilo o un público, porque nadie es capaz de innovar todos los días de su vida. Carmen Mola es una autora que está compuesta por los tres pero que tiene su estilo propio. Entonces, si a eso es a lo que le llama franquicia, creemos que sí. Más bien, diría que tiene una personalidad literaria que no coincide con las nuestras. En ese sentido, hay dos vertientes: la de la novela policíaca pura y dura, como «Las madres», y la del thriller histórico, que también pensamos seguir cultivando, porque con «La bestia» lo pasamos muy bien. A eso le podríamos llamar una franquicia.

Desde la izquierda, Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez, creadores de las obras de Carmen Mola
Desde la izquierda, Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez, creadores de las obras de Carmen MolaAlberto R. RoldánLa Razón

Su creación, por tanto, es doble: la de Carmen Mola y la de los personajes de los libros.

A. Martínez: Sí, ha habido una doble construcción, pero no en cuanto al personaje de Carmen Mola, porque ese ha sido nuestro peor trabajo con diferencia. Cuando no nos conocían y hacíamos entrevistas, cada vez la hacía uno y respondíamos cosas distintas. No trabajábamos nada la biografía de Carmen Mola, pero sí surgió como ente, como estilo, como una manera de enfocar la literatura.

El policíaco es un género literario que está viviendo un «boom», ¿lo tienen en cuenta?

A. Mercero: Nos arrimamos a este género porque nos gusta, y porque es el tipo de literatura que se presta a hacer entre tres. Además, está cerca del público y te permite reflexionar sobre cosas de la vida que no te gustan.

J. D.: Ese «boom» tiene que ver con que hay muchos autores muy buenos ahora mismo, y ahí no meto a Carmen Mola. Están Mikel Santiago, Juan Gómez-Jurado, Santiago Díaz, Susana Martín Gijón, y otros muchos, que no quiero dejarme a nadie, y que escriben muy bien.

Ante tanto talento, ¿buscan la distinción?

A. Martínez: Vamos a nuestro rollo. Encontrar una voz única, o que identifiquen las novelas de Carmen Mola con algo concreto es muy complicado, que no se puede preveer, sino que surge. Es importante encontrar una manera de contar las historias personal y única, como le pasa a Pérez-Reverte. Y eso es lo que parece que hemos conseguido con Carmen Mola.

La violencia es un plato fuerte de sus obras, y también un tema políticamente incorrecto.

A. Mercero: Ahora es políticamente incorrecto casi todo, estamos en un tiempo de mojigatos y la gente se ofende por todo. No diría que Carmen Mola es especialmente violenta. Obviamente cultivamos novela negra, y es truculento el «modus operandi» del asesino de «Las madres», que deja fetos dentro de los cadáveres de los hombres. Pero esas ideas ya no me gustan por violentas, sino porque son buenas, es algo original.

En «Las Madres» la violencia es contra las mujeres: ¿esta realidad social es un filón literario?

J. D.: Es una lacra social. Es evidente e innegable que existe. Pero nosotros hemos querido reflejar, más que la violencia, el mal contra los débiles, los más vulnerables.

También incluís en la obra otro tema tan polémico como el de los vientres de alquiler.

A. Martínez: Tratamos de hacernos preguntas, no de hacer un libro que sea una sentencia. Cuando se sigue el recorrido de los vientres de alquiler algunos personajes lo ven como una reproducción de la prostitución, como la explotación del cuerpo de la mujer y convertido en mercancía. Nos parece interesante poner este tema encima de la mesa porque es complejo.

¿Cómo está creciendo Elena Blanco?

J.D.: Se está convirtiendo en un personaje cada vez más complejo. En esta novela necesita rehacer su vida, y nuestra labor como escritores es ponérselo difícil.

Atender a la evolución de un personaje y acompañarla en su madurez debe ser enriquecedor.

A. Martínez: Es una de las partes que más disfrutas al crear una saga o una serie, ver cómo parte el personaje y cómo le van pasando cosas que no olvidas, cómo se va transformando y en qué se va convirtiendo ese personaje. Es una experiencia chula.

¿Su futuro está pautado?

A. Mercero: No tenemos nada escrito, todo puede suceder.

J. D.: Habrá que ver si tiene éxito y cómo se recibe la novela. Lo mismo quien acaba con Carmen Mola es el público.

Carmen Mola regresa con "Las madres", una nueva entrega, la tercera, en la que la inspectora Elena Blanco se hará cargo de una trama en la habitual "exploración del mal" que hacen Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín Martínez
Carmen Mola regresa con "Las madres", una nueva entrega, la tercera, en la que la inspectora Elena Blanco se hará cargo de una trama en la habitual "exploración del mal" que hacen Antonio Mercero, Jorge Díaz y Agustín MartínezAlberto R. RoldánLa Razón

¿Les preocupa que el fenómeno de lectores alrededor de Carmen Mola se pueda deshinchar?

J. D.: Lo hacemos lo mejor que podemos. Hacemos historias que creemos que pueden gustar y funcionar bien, pero sobre todo hacemos las historias que creemos que le pueden hacer bien a nuestros personajes en cada momento. Nos encantaría que a la gente les gustara mucho. Pero como no depende de nosotros no lo tengo muy en cuenta.

A. Martínez: Hay que quitarse la falsa modestia. Queremos que haya lectores al otro lado, hacemos novelas entretenidas y queremos que haya gente entreteniéndose con ellas. Entonces, cuantos más lectores haya mejor y mientras sigan estando ahí escribiremos para ellos. No somos escritores que escribamos para nosotros, tenemos muy en cuenta que al otro lado hay a gente.

En «Las madres» el villano es el poderoso, ¿el dinero y el estatus corrompen?

J.D.: En la novela se dice que en los barrios pobres no viven los malos, sino los pobres.

A. Martínez: El mal en «Las madres» está repartido, incluso en el bando de los buenos. Tiene una frontera porosa, e incluso puedes entender por qué han hecho algunas cosas mal, lo que nos parece interesante.

Sobrecoge que podamos entender una atrocidad.

A. Martínez: Por eso nos fascinan las vidas de los psicópatas, porque descubrir que alguien que ha matado a 15 personas tiene una historia se vuelve terrorífico. Uno prefiere pensar que los monstruos son monstruos, pero no son tan diferentes a ti. Eso genera una sensación de vértigo y también fascinación.

Atresplayer va a estrenar una serie sobre «La novia gitana», ¿les gusta?

J. D.: Nos gusta mucho. Hay evidentemente cosas distintas, porque el director tiene todo el derecho del mundo de dar su versión de esa historia. A nosotros nos ha gustado, hemos visto varios capítulos y los cambios cada uno se los toma de una manera: algo que ha gustado más o menos, o tanto que incluso lo incorporaría en la novela, o algo que no hubiera hecho así... Hemos estado en el proceso de guion, o sea que nada nos ha pillado de nuevas. Si quieres que todo salga exactamente como dices tú debes hacerlo tú. Si lo hace otra persona te arriesgas a que haya cosas que no las vea como tú. Pero a mí me ha gustado, creo que la serie es muy buena, que va a tener un recorrido estupendo, que va a gustar mucho y que ojalá haga que Carmen Mola sea todavía más reconocida, que las novelas tengan una segunda vida. Estamos muy contentos.