Manuela Vellés: "Ya no soy tan reflexiva y tan cauta"

Para la actriz de «Velvet», la verdadera pasión oculta siempre ha sido hacer canciones.

A Manuela Vellés la conoció todo el mundo en 2007 como protagonista de «Caótica Ana», película de Julio Medem, y después en «Camino», de Javier Fesser. Sin embargo, para la actriz de «Velvet», entre otros trabajos recientes, la verdadera pasión oculta siempre ha sido hacer canciones. De hecho, Vellés ha compuesto temas incluidos en bandas sonoras de películas como «Las siete muertes», de Gerardo Herrero o «Alegría Tristeza», de Ibon Cormenzana, y también llegó a ofrecer algún concierto con su repertorio, pero no fue hasta el año pasado cuando se decidió a grabar sus temas en un disco que aparece editado ahora: «Subo bajo» nace con espíritu de contradicción. «Sí, creo mucho en las energías opuestas, la verdad. Algunas canciones nacen de los altibajos emocionales de alguien que vive todo intensamente. Incluso hubo un tiempo que pensé que me podía mantener a flote sin sentir, pero es absurdo, porque en mi profesión hay que hacerlo. Porque me divierte más empaparme y vivir que no sentir. He venido a jugar y es lo que quiero», comenta la actriz, que entre pasarlo mal y no sentir nada prefiere lo primero. «En algún caso me he sentido aletargada y en ese caso prefieres el drama y el desahogo. Que luego duermes muy profundamente», bromea. No llega, eso no, a autosabotearse. «Bueno, tanto no... pero la vida ya se encarga de eso (ríe). Yo solo espero y al final sucede. Porque la existencia está hecha de malos y luego de momentos buenos. Es necesario todo».

Por eso, el contenido de las canciones de su debut sirven para acompañarse. «Soy muy optimista y nunca cantaría algo para hundirme a mí misma. Me animo mucho y tengo un mecanismo mental que requiere cierto esfuerzo de pensar que lo que sucede es por algo y que va a traer las cosas mejores. Me gusta mucho agitar, creo en las crisis y en volver a tirar los dados y a ver qué sale». Así fue como se la jugó con la publicación del disco, para el que tuvo que vencer cierto pudor. «La verdad es que he perdido los miedos y por eso me he atrevido. En este momento ya no soy tan reflexiva y tan cauta como solía serlo y no le doy tantas vueltas a las cosas. Pero es que yo, para quitarme los miedos, me lanzo encima, mi receta es esa: no pensarlo y tirarme a ello», explica. Por tanto, las expectativas ya están cumplidas: «Simplemente quiero disfrutar, esto es un regalo para mí misma. Me he dado el lujo que es cantar y lo que más me apetece es presentarlo en directo», señala. «Solo espero que estas canciones que me han acompañado puedan lleva a alguien a alguna parte mejor».