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Premio Goya

El milagro de hacer reales a los personajes de "La sociedad de la nieve"

La cinta de Bayona aspira a 13 premios Goya; Ana López-Puigcerver, responsable de Maquillaje, hará doblete con los Oscar por primera vez

La sociedad de la nieve
La sociedad de la nieveLa Razón

Ana López-Puigcerver nunca se visualizó en la ceremonia de los Oscar. No por falsa modestia, explica, es que no ha sido algo con lo que haya soñado toda su carrera. Y eso que si uno a atiende a su trayectoria profesional, maneras desde luego no le faltan. Nominada en ocho ocasiones al Goya en la categoría de Mejor Maquillaje y Peluquería (incluida la edición de este sábado), ha ganado dos, por «Mar adentro» y «Mientras dure la guerra». El próximo 10 de marzo escuchará su nombre por primera vez en el Dolby Theatre de Hollywood por «La sociedad de la nieve», de Juan Antonio Bayona. Cuenta que cuando se enteró de la noticia estaba junto a su hermana Belén, responsable de peluquería, y que el momento, «muy emocionante», ha quedado grabado para la posteridad.

En una pausa del rodaje de la nueva cinta de Daniel Guzmán, Ana atiende a LA RAZÓN. Recuerda cómo fueron los primeros momentos del diseño de un maquillaje complejo y apasionante. «Me involucré en la película en verano de 2021, cuando empecé a a recopilar información porque, al ser personajes reales, incluso sin conocer el casting tenía que empaparme de todo lo que vivieron ellos. Veía documentales y todo lo que llegaba a mis manos».

Nunca había trabajado con Bayona, el único de los tres grandes que le quedaba pendiente después de Almodóvar y Amenábar. En septiembre ya estaba trabajando con él en Barcelona. «Estaban todos los actores y comenzaron las conversaciones con Jota sobre cuánto quería acercarlos a los personajes reales porque unos se parecían más que otros». Para el director era crucial que se lograra el mayor parecido posible. Apunta Belén, también presente en la conversación telefónica con este periódico, que «en peluquería ocurrió, como te pasa muchas veces, que el que tenía que ser liso tenía un pelo rizadísimo y al que lo tenía oscuro, había aclarárselo».

Sociedad de la nieve
Sociedad de la nieveLa Razón

El celo de Bayona no se limitaba a los protagonistas. La figuración también debía ser lo más fiel posible, del primero al último. «Para él eso era crucial. Incluida la primera parte de la película: las novias, los amigos, las madres, todo el mundo, hasta los periodistas. Había tanta documentación que podías verlos en fotos y replicar a ese periodista que tenía patillas y el pelo no sé cómo, a la otra, que es la enfermera rubia con coleta y lleva sombra verde...».

Y luego estaba el tema del peso de los actores, una circunstancia que dio muchos quebraderos de cabeza. «Es que ellos venían con otro peso porque los necesitábamos así para el principio de la película, pero como también hacíamos las pruebas del final, nunca estaban completas». Fueron esos meses en Barcelona, hasta que comenzó el rodaje el ocho de enero en Sierra Nevada, cuando Ana pudo planear toda la estrategia de una historia que, a priori, planteaba varios retos. «Durante el diseño del maquillaje veo cuántas fases son posibles, cómo va a ser el plan de rodaje... Fue cronológico hasta donde se pudo, esto también era fundamental. Toda la historia ocurre en 72 días, pero rodamos 140 jornadas en casi un año. Lógicamente, tienes que ir para atrás y para delante. No puedes decir ‘‘bueno, pues ya no se afeitaron más’’. No es así». A su lado, Belén López-Puigcerver apunta que «era una progresión y era complicado por el volumen de actores, que era enorme».

Con todo muy «claro», se metieron en faena. Dice Ana con humor que «luego llegas allí, a la nieve, y puedes hacer la mitad de lo planeado. Es que pasan cosas todo el tiempo y, por ejemplo, tres semanas después se repite una secuencia que no salió y el actor tenía menos barba o la herida era más abierta». Otras de esas cosas que pasan es que Bayona y una parte del equipo contrajo Covid y tuvieron que ser (aún más) creativos. «Empezamos a rodar en plena pandemia, con la mitad de los actores con Covid, con Jota con Covid... Ahí hubo una barbaridad de de pelucas y de trabajo porque los actores estaban contagiados, así que empezamos con muchos dobles, algo que no estaba previsto». Estuvieron cuatro meses entre nieve. Ana contaba con un equipo de nueve personas en maquillaje y Belén con ocho en peluquería, pero tuvieron que llegar refuerzos porque sus ayudantes también enfermaban.

Maquilladora película La sociedad de la nieve
Maquilladora película La sociedad de la nieveCedidaLa Razón

Esto que suena tan lioso lo cuenta la jefa de maquillaje con una calma pasmosa. Los que han trabajado con ella solo tienen piropos para su saber estar y su ética del trabajo (además de que las hermanas tienen fama de muy divertidas). Dicen que es un espectáculo en sí mismo verla en escena y que lo hace todo extremadamente fácil. Desde luego está curtida en mil batallas. Ana recuerda que su primerísima película fue en el Sahara y que ha pasado del desierto a la montaña. El frío planteaba dificultades distintas: «Aquí el problema fue que había materiales que no nos funcionaban. Lo hicieron en Barcelona pero arriba no me quedaban como quería. Y luego había que mantenerlo igual cuando se mojaba. A Bayona le gusta mucho ese realismo y utilizábamos nieve de verdad. Ocurrió, por ejemplo, en la secuencia del alud. Tenías que entrar a retocar, así que era quita nieve y pon nieve, quita nieve y pon nieve... Se rodó en el plató de en medio, en el fuselaje que estaba a una altura de 1200 metros, pero todo lleno de nieve de verdad. Era una nevera, hacía muchísimo frío. Sólo quedaban 50 centímetros entre la nieve y el techo y ahí estaban los 19 actores, la cámara, nosotras retocando... Era complicado».

Uruguay y Chile fueron las otras dos localizaciones. De Granada fueron directos a América con apenas un día de parada en Madrid. «En Uruguay estuvimos tres meses. En medio hubo una pausa de unas tres semanas para que los actores pudieran volver a coger peso. La primera secuencia de todas las que se rodó en enero fue la 36. Es nada más impactar el avión y en la última, en noviembre, rodamos el interior. En la película eso tiene rácord directo, es una imagen detrás de la otra. ¡Pero mira todo lo que hemos rodado en medio! O sea, con ellos mucho más delgados. Y es que de agosto a noviembre hasta crecieron. Hubo algún actor que era más alto y alguno no engordó todo lo del principio». Hubo incluso quien se cortó el pelo ante el pánico de Belén: «Después de esa parada de varios meses los pelos no tenían nada que ver. Hubo muchísimo trabajo para volverlos a poner como estaban y rodar el accidente. Incluso uno se cortó el pelo y no se parecía en nada, así que hicimos corriendo una peluca. Venían completamente diferentes, de color, de todo».

Maquilladora película Sociedad de la nieve
Maquilladora película Sociedad de la nievecedidaLa Razón

Cada personaje tuvo una evolución física distinta según lo que le había tocado vivir. Para ser lo más fidedigna posible, Ana envió a cada uno de los supervivientes de los Andes una ficha con el boceto de su cuerpo para que les señalara lo que les había pasado, tanto a ellos como a los muertos. «Los que están dentro del fuselaje enfermos hasta que mueren, pues nunca están quemados, ni con la piel cuarteada. Y de los que salen fuera, no todos hacen lo mismo. Los que van de expedición se queman, se congelan y les pasa de todo a la intemperie. Luego los había más enfermos que otros, los que no querían comer... Cuando empezó a hacer mejor tiempo, en noviembre, se nota cómo les cambia el sol. Ahí también van dejando el aseo personal, lo van descuidando cada vez más». Ana destaca la maravilla que ha sido trabajar con un grupo de actores entre los que había muy pocos con experiencia: «Eran muy piña y muy educados. Nunca protestaban y les parecía todo bien. Como tenían esta sensación de grupo, no había nadie que destacara o fuera de estrellita».

La del próximo 1 de marzo en Los Ángeles será la segunda vez que una película española aspira a la categoría de Maquillaje y Peluquería. Abrió camino «El laberinto del fauno» en 2006, y Montse Ribé y David Martí (nominados de nuevo con Ana) se llevaron la estatuilla dorada a casa. En 2021 otro profesional español, Sergio López-Rivera, se hizo con el Oscar, pero en aquella ocasión la factura de la película, «La madre del blues», era estadounidense.

La sociedad de la nieve
La sociedad de la nieveLa Razón