Bomba Estéreo: “El gremio musical genera mucha basura”
El dúo colombiano acaba de lanzar “Deja”, álbum para el que han trabajado durante cuatro años y que “habla sobre la conexión del ser humano con la naturaleza”, explica la cantante Li Saumet
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Se han tomado su espacio y su tiempo, pues no creen en las presiones de la industria, pero sí en su capacidad creativa, siempre tan rítmica, seductora, comprometida con lo físico y natural. Bomba Estéreo ha dedicado cuatro años a dar forma a “Deja”, álbum que lanzan en septiembre y del que, durante su visita a Madrid, hablan Liliana “Li” Saumet y Simón Mejía para LA RAZÓN. Su viaje a España está justificado: “Vinimos a una feria en Bilbao, el Bime Pro -donde ofrecieron una conferencia la pasada semana-. Este año Colombia es el invitado especial, porque el año que viene la celebran allí”, continúa Simón, “la música de nuestro país es ahora lo más grande que hay en el mundo”.
-¿Por qué ese tiempo para crear “Deja”?
Li Saumet: Porque por fin tuvimos tiempo para hacer un disco bien hecho en la naturaleza. Es muy sentido, habla mucho de esa conexión del ser humano con la naturaleza. Fue un proceso súper lindo al cual le prestamos mucha atención a los detalles, que normalmente no podemos hacer.
-¿En qué os volcásteis más: en música, interpretación o composición?
L.S.: Todo tuvo su espacio y su tiempo. En las letras obviamente, porque queríamos tener un mensaje muy fuerte a nivel positivo. También visualmente, porque estamos en un planeta que es muy visual. El álbum es un concepto que dividimos en cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego.
-¿Cómo los reflejáis en las canciones?
L. S.: Hablamos de cosas que nos pasan a todos, de situaciones, de la vulnerabilidad, de dejar ciclos, de cortar con cosas que son dañinas. Hay una canción que se llama “Se acabó”, que es de soltar, de meditación, de vivir el presente, que es algo súper importante, porque ahora no estamos conectados.
-Esa desconexión, ¿es por responsabilidad social o nos viene impuesta?
L. S.: Es algo que viene desde que nacemos. La sociedad nos desprograma desde chiquitos. Primero, porque vivimos en ciudades llenas de cemento, sin tanto contacto con la naturaleza, ya ahí te desconectas mucho. El ser humano es un ser de la naturaleza, de poner los pies en la tierra, bañarse con agua de río, y eso ya no existe, porque todo es prefabricado. Hay una cantidad de cosas que te van repartiendo información errónea, y cuando pasa el tiempo ves que estamos totalmente desconectados.
-¿Cómo es la situación en Colombia en ese sentido?
Simón Mejía: Colombia tiene algo muy particular, que es como el lugar a nivel medioambiental más fuerte del mundo, allá está la selva del Amazonas, que es la mitad del país, y lugares con mucha naturaleza, pero a la vez es uno de los lugares más peligrosos del mundo. Colombia es esa dualidad, esas dos energías, vives entre ellas todo el tiempo, entonces hay violencia, hay narcotráfico, deforestación, degradación medioambiental... pero a la vez está el Amazonas y está la música increíble. Es un país muy particular. No es tan fácil de definir.
L. S.: La situación es que tenemos todas esas riquezas y también un gobierno corrupto que las está acabando. Es muy fuerte, porque nuestra riqueza para un futuro lo están gastando en días, en años. Es fuerte ver eso, porque sí, está el Amazonas, pero se lo están acabando.
-¿Respondéis ante eso con la música?
S. M.: Hemos tratado que nuestra música no sea discursiva, porque pierde un poco del arte. Pero sí puede generar la conexión, porque es un lenguaje universal.
-¿Hacéis música ecológica?
L. S.: Sí, claro. Es una cosa que tiene que ser consecuente. El gremio musical genera mucha basura y deshechos. Intentamos que no den botellas de plástico en nuestros conciertos o tratar de no coger tantos aviones. Todos los seres humanos deberíamos contrarrestar un poco, porque vivimos en una sociedad en la que ya cualquier cosa que hagas va a afectar.
-Ojos que no ven, corazón que no siente...
L. S.:: Eso es lo que hacemos los seres humanos. Es como si la basura desapareciera, creo que ese es el gran problema de la raza humana. Nos hacemos los locos ante estas situaciones.