Maroon 5 reconquista Madrid
El grupo californiano se metió al público en el bolsillo con una hora y media de concierto en la que se entregaron por completo a sus seguidores
Hacía demasiado tiempo que esta banda californiana no pisaba España y eso se notaba en las ganas de concierto que se vivían en el ambiente, a pesar de que era lunes: gente durmiendo en la cola desde el día anterior –cuando el grupo, por cierto, estaba dando su primer concierto en Barcelona-, y miles de almas entregadas a unos teloneros que muchos de los asistentes no conocían antes de que empezaran, pero que con los primeros acordes consiguieron hacerse reconocer, eran Magic, los de “Rude”. Tras casi una hora sobre el escenario, el grupo canadiense, que estuvo bastante a la altura de la cita, dijo adiós, las luces se encendieron y el espacio se llenó de operarios que empezaron a terminar de montar el espectáculo de sensaciones que se avecinaba. Entre tanto nervios, gritos, gente corriendo por los pasillos del Barclays Center de Madrid y muchas ganas ya de ver a Maroon 5 en acción.
Casi con media hora de retraso las luces se apagaron al ritmo que una niebla blanca iba cubriendo todo el escenario incluida la pasarela con forma de flecha que llegaba más allá de la mitad del foso. De repente, del suelo fueron surgiendo uno a uno todos los componentes del grupo y un grito unánime les dio la bienvenida, al mismo tiempo que al ritmo de “Animals” daban por inaugurado el espectáculo.
El líder de la banda Adam Levine, que vestía una camiseta negra con un esqueleto dibujado y vaqueros –el mismo modelito que lució en Barcelona el día anterior-, tardó un microsegundo en meterse al público en el bolsillo. Tras el subidón del primer tema, la banda hizo un recorrido por los grandes éxitos de su carrera, como “One more night” y “Stereo Hearts”, entrelazándolos con canciones de su último disco, “V”, sin dejar de lado las baladas con las que un público totalmente entregado se desgañitaba tratando de pronunciar las letras.
El grupo estaba disfrutando de su actuación con todos los asistentes. A Adam le gusta acercarse a sus seguidores y tanto solo, como junto a James Valentine, el guitarrista, hacía uso de la pasarela interactuando con las primeras filas. “Que den un grito todas las solteras”, dijo el cantante, “y ahora los solteros” añadió. La presencia femenina en el espectáculo era bastante superior por lo que los gritos de las solteras sonaron más fuerte, ante este resultado, el cantante, con su sonrisa pícara de medio lado, dijo: “¡Uy! esto es bueno para mí”.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche se vivió con “This Love”, el single con el que se dieron a conocer y que para muchos es un himno. Todo el Barclays Center a coro comenzó a entonar a capela las primeras estrofas. Tras una hora de concierto el grupo abandonó la escena para reaparecer al ritmo del último éxito, “This summer it’s gonna hurt like a motherfucker”, tema que Levine cantó haciendo uso de un megáfono, además de su micro. En esta última media hora de espectáculo se puso la guinda al pastel con un momento íntimo gracias a “She will be loved” y con una invitación a la locura y el desenfreno en la pista de la mano de “Moves like jagger”, solo con los primeros ritmos de este tema se escuchaban más los gritos que a ellos, y “Sugar”, un tema verdaderamente dulce en el que el de Los Ángeles hizo ver que, además de una cara bonita, tiene una voz privilegiada con un falsete admirable.
Un espectáculo con un juego de luces asombroso y unos artistas entregados con un “No hay entradas” –a unos 150 euros- más que justo, aunque como acostumbra la banda: una hora y media de concierto muy pelada, pero suficiente, y todos para casa. Maroon 5 sabe aunar en sus trabajos ritmo, letras y pasión sobre el escenario, una fórmula que los ha subido a la cresta de la ola y que parece que les dejará arriba durante mucho tiempo.