Por el robo del manuscrito original

Medio siglo después, arranca el juicio sobre “Hotel California”

Un caso penal trata de dirimir a quién pertenece el manuscrito de la canción, que son reclamados por Don Henley, cofundador de The Eagles

«Hotel California» de los Eagles marcó una era en la historia de la música
«Hotel California» de los Eagles marcó una era en la historia de la músicalarazon

Tres poderosos marchantes de antigüedades se enfrentan a un caso penal en estados Unidos por el presunto robo del manuscrito de una de las canciones más reconocidas de la historia. Según el juicio que está a punto de arrancar en Nueva York, Glenn Horowitz, un tratante de libros raros, y otros dos expertos en antigüedades, Craig Iciardi y Edward Kosinski, se enfrentan a la acusación de haber sustraído más de cien páginas escritas a mano por Don Henley, fundador de la banda de rock The Eagles, entre las que se encontraría la letra original de su mayor éxito, “Hotel California”.

Hotel California Lyrics Trial
Hotel California Lyrics TrialChris Pizzello/Invision/APAgencia AP

Según se plantea en la demanda, el valor de los documentos, entre las que también se encontraban las letras originales de las canciones “Life in the fast lane” y “New kid in town”, podría superar el millón de euros. En la acusación, los fiscales aseguran que los originales fueron sustraídos ilegalmente a finales de los años 70 por un escritor que había sido contratado para escribir una biografía de la banda. El biógrafo, cuyo nombre no ha sido develado por la Fiscalía, vendió los manuscritos en 2005 a Glenn Horowitz, un tratante de libros raros, quien, a su vez, llegó a un acuerdo de venta con otras dos personas, Craig Iciardi y Edward Kosinski.

El escrito de la Fiscalía sostiene que cuando Iciardi y Edward intentaron vender parte de los manuscritos, Don Henley tuvo conocimiento de sus intenciones y, por un lado, presentó una denuncia mientras que, por otro, informó a los acusados que los documentos eran robados y les pidió que se los devolvieran. Desde entonces, los tres acusados no solo continuaron intentando vender el material del grupo de rock y evitando que Henley lo recuperara, sino que, según la Fiscalía, trataron de crear documentos falsos para justificar una supuesta proveniencia legal de los legajos.

El comunicado de la Fiscalía apunta que contactaron también con casas de subastas como Christie’s y Sotheby’s a las que no informaron de las reclamaciones del fundador de The Eagles. ”Nueva York es un centro mundial para el arte y la cultura, y quienes comercian con artefactos culturales deben cumplir escrupulosamente la ley”, asegura el fiscal Alvin Bragg. ”Los acusados intentaron quedase y vender estos manuscritos únicos y valiosos, a pesar de saber que no tenían derecho a hacerlo. Inventaron historias sobre el origen de los documentos y su derecho a poseerlos para poder obtener ganancias”, agrega el fiscal.