Crítica

Resumen del verano de 2015 (Parte I)

El tenor Mario del Monaco
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En estos cuarenta y cinco días sin podernos comunicar han sucedido bastantes cosas que conviene apuntar, bien para el recuerdo o bien como apunte para sucesivos comentarios, ya que algunas de ellas bien lo merecen. Empecemos por lo más triste, las despedidas. Se nos fueron el clavecinista y director Alan Curtis, el violinista del Cuarteto Artemis Friedmann Weigle, el pianista Ivan Moravec, el regista Nikolaus Lehnhoff, el barítono Mario Sereni y el tenor Jon Vickers, enfermo de alzhéimer desde hacía años. El centenario de otro extraordinario tenor, Mario del Monaco, se celebró por todo lo alto en varios países y fue profeta en su patria. Beckmesser.com publicó unos vídeos sorprendentes que muestran la tremenda personalidad del artista.

Plácido Domingo, quien aspiró a ser su continuador, tal como cuenta en ellos Del Monaco, celebró sus 40 años en Salzburgo y sorprendió en el Teatro Real al no dirigir «Goyescas» ni cantar «Gianni Schicchi» , tal como estaba programado, y en su lugar «insertar» un raro concierto junto a otros cantantes. En el mismo Salzburgo conmemoró Barenboim sus bodas de oro con el festival. Como regalo recibió la prohibición de Irán a dirigir en aquel país por ser judío.

Otros dos directores del momento Christian Thielemann y Kirill Petrenko nos devolvieron al Bayreuth de aquellos tiempos del verano en que allí se encontraron Toscanini y Furtwängler. Grandes rivalidades, magníficas actuaciones y algunas tensiones personales quizá lógicas. Ambos lograron que la orquesta casi hiciese olvidar la penuria canora y los desastres escénicos, muy abucheados, como lo fue también el argentino Alejo Pérez en el «Werther» salzburgués, aunque las retransmisiones lo ocultaron.

Más de directores. Pedro Halffter bajó al foso de la ópera de Munich para dirigir la «Mujer silenciosa», pero tendrá que abandonar la titularidad de la Orquesta de Gran Canaria cuando venza su contrato. Las relaciones orquesta-director no son las deseables y Wert ya no está en el Ministerio de Cultura. En cambio las del Concertgebouw y Haitink se ha recompuesto y el veterano maestro volverá a Amsterdam. No fueron los meses de Andris Nelsons, que vio desvanecerse sus posibilidades de titularidad en Berlín, a donde llegó Petrenko, y Lucerna, donde nombraron a Chailly. Basilea contrató a Ivor Bolton titular, con lo que éste tendrá que simultanear con la del Real, donde aún tiene que reafirmarse.

Muti se adueñó de Oviedo con un «Falstaff» sin cantantes, sin escena y un presupuesto que casi iguala al de toda la temporada de ópera. Otro Verdi supuso en El Escorial la reconciliación de la Casa Real con la ópera, al asistir al suicidio de «Don Carlo», tanto Felipe VI como su padre Juan Carlos, eso sí, en días distintos.

Y aún quedan muchos temas para la semana próxima, cuyo lunes desvelará una importante novedad en el mundo musical de internet.