Desalojo

Okupan una vivienda 30 años mientras llevan una vida de lujo: “Acaban de vender una finca por tres millones y tienen un barco”

La propietaria sigue pagando la comunidad y la deuda de los okupas asciende a 100.000 euros. Quiso recuperar la casa, cedida en un inicio, tras la muerte de su padre y la justicia se lo niega

Manifestantes protestan ante el Congreso de los Diputados en Madrid en contra de la okupación y en apoyo a una ley antiokupa.
Manifestantes protestan ante el Congreso de los Diputados en Madrid en contra de la okupaciónJ.J.GuillenAgencia EFE

Los okupas aprovechan cualquier resquicio para entrar en las casas. El último ejemplo y quizás el más cruel fue el que ocurrió el pasado lunes en el barrio de Salamanca, en Madrid. Unos okupas aprovecharon el apagón masivo para entrar en una vivienda, propiedad de Sareb. Pese a la acción de los vecinos, se han instalado en el hogar, que ya fue desalojado este mismo enero. Uno de ellos explicó a LA RAZÓN el infierno que están viviendo, con agresiones, amenazas y actos vandálicos.

La nueva ley, que entró en vigor a principios de abril, y consiste en una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que permite que los delitos de allanamiento de morada y usurpación de vivienda se tramiten bajo el procedimiento de juicios rápidos, no es suficiente para acabar con estos casos, que se siguen repitiendo prácticamente a diario. El último fue desvelado por el programa 'En Boca de Todos' de Cuatro y sorprende porque es una historia que se alarga desde hace tres décadas.

Una okupación desde hace 30 años

Rosa está sufriendo un calvario al intentar recuperar la vivienda que ahora le pertenece tras la muerte de su padre. Él cedió el inmueble hace tres décadas a su socio, que estaba atravesando una mala situación económica. Sin embargo, ahora son los hijos, principalmente una, los que están en la vivienda sin pagar nada y ella no puede recuperar el piso: "Llevan 30 años viviendo aquí. Hubo una demanda, pero no hay manera de sacarlos". Los vecinos no sabían nada del tema hasta la llegada de la empresa de desokupación.

Además, según la propietaria, es ella la que paga algunos gastos y no los okupas: “Nosotros hemos pagado el IBI y los gastos de comunidad". La versión de los okupas es la siguiente, según Rosa: "Reclaman que por el tiempo que llevan viviendo aquí, la vivienda es suya". En ningún momento hubo contrato y la deuda va creciendo: "Suman unos 100.000 euros". Tras fracasar la vía judicial, lo van a intentar con la empresa de desokupación: "A ver si a través de la empresa de desokupación podemos conseguir que se marchen".

¿Quién es el dueño legítimo?

"Mi padre les deja la casa como un favor porque estaban en un momento de quiebra", explica Rosa, que también añade que su padre no puso fecha límite. El presentador comenta a Rosa que hay una ley que permite quedarse con las casas abandonadas tras vivir en ella entre cinco y diez años. Sin embargo, ella alega que no estaba abandonada: "Lo que pasa es que los gastos de la comunidad y el IBI lo estamos pagando nosotros desde el primer día, por ahí se justifica que es nuestra". Según la propietaria, al realizar estos pagos no estaría abandonada.

Okupas con vida de lujo

La justicia no permite recuperar la casa ya que pusieron la demanda a un hermano, pero al llegar para efectuar el desalojo, era otra hermana la que estaba en el interior. No por vulnerabilidad: "Han vendido una finca por tres millones de euros y tenían un barco". Mientras los hermanos okupas disfrutan de esos lujos, okupan una casa y suman seis cifras de deuda. Todo ha sucedido en Benidorm, con los okupas todavía dentro de la propiedad.