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Sophie Auster: «¿Machismo en la música? Todos los días»

La artista, hija de Paul Auster y Siri Husvedt, presenta en el festival Ellas Crean de Madrid algunos temas de su inminente nuevo disco. «Me he sentido discriminada muchas veces por ser mujer»

La intérprete y compositora presenta hoy en Madrid, en el Festival Ellas Crean. algunos de los temas de su nuevo disco, «Next Time». El viernes estará en Santiago de Compostela
La intérprete y compositora presenta hoy en Madrid, en el Festival Ellas Crean. algunos de los temas de su nuevo disco, «Next Time». El viernes estará en Santiago de Compostelalarazon

La artista, hija de Paul Auster y Siri Husvedt, presenta en el festival Ellas Crean de Madrid algunos temas de su inminente nuevo disco. «Me he sentido discriminada muchas veces por ser mujer»

Es una pésima idea ser hijo de una estrella de la cultura popular. No nos extenderemos en nombrar casos, porque sería más fácil citar, si lo hubiera, el de una segunda generación tan brillante como la primera. Sophie Auster –hija de los escritores Paul Auster y Siri Husvedt– no elude la cuestión. «No he escondido mi apellido pero tampoco ha sido una carga para mí. No me ayuda a conseguir conciertos, ni a encontrar sello para publicar mis discos ni para escribir canciones. Realmente, sólo despierta la curiosidad de la prensa. Pero eso, en los países anglosajones, tampoco es tan infrecuente. El mundo está lleno de hijos e hijas de artistas tratando de abrirse camino, pienso que es algo muy natural», afirma Auster, que, en todo caso, cree que los ámbitos de la música y la literatura son mundos sufienentemente separados como para que no le afecte en su carrera. La artista, con dos discos editados, acaba de terminar el tercero, que se llamará «Next Time», y que ayer interpretó en parte en un acto de la marca Kaiku, antes de la gira que le ha traído por varias ciudades españolas y que esta noche la lleva junto a su banda en el Auditorio Conde Duque. Además, el viernes actuará en Santiago de Compostela.

- Demostrar la valía

En el caso de su actuación madrileña, tendrá lugar en el marco del festival Ellas Crean, un certamen que reivindica el papel de las mujeres frente a determinadas actitudes... «¿Me lo dices o me lo cuentas?», interrumpe Auster cuando se le describe la filosofía del evento. En España, le aclaramos, hay todavía mucho por cambiar en ciertas actitudes que socavan el talento de las mujeres. ¿Las ha sufrido Auster? «Uy, noooooo... –ironiza–. Constantemente». ¿Por el hecho de ser mujer o de ser la hija de un famoso escritor? «Imagino que habrá quien sepa quién es mi familia y que me juzguen por ello, pero me he sentido discriminada a diario como mujer en la música, sin duda. Es definitivamente un club de hombres y no te toman en serio. Tienes que probar tu valía constantemente para que te respeten», dice la intérprete y compositora. «Creo que fue M.I.A. quien dijo que cuando estás en el estudio, incluso aunque tu te presentes con el estribillo, el coro, la melodía y todo lo demás de una canción, el mérito por ella se lo van a dar al tío que tengas sentado más cerca. Es el pan nuestro de cada día», explica.

Hasta la fecha, Auster ha editado sus discos de manera independiente. «Bueno, así ha sido hasta ahora. Precisamente para el disco que estoy a punto de editar puede que cambie el modelo. Siempre he pagado yo cada uno de mis trabajos, con los ingresos que recibía de mis ocupaciones como modelo y actriz», cuenta la artista, que considera la de músico su primera vocación. «Hoy en día hay muchas maneras de poner tu trabajo en el mercado y estoy en conversaciones con una... compañía. No es exactamente un sello, sino una empresa que apoya con inversores y promotores y demás, pero todavía es un poco secreto». Para este trabajo, Auster comenzó inspirándose en Nancy Sinatra. «Ya llevaba un año produciendo el disco y entonces me detuve a pensar. Me di cuenta de que ese no era el álbum que quería hacer, que era demasiado blando», dice esta artista, a la que frecuentemente le preguntan si se considera una «it girl» (una famosa guapa sin ocupación). «Necesitaba canciones más poderosas, más fuertes, con mayor contenido. Me dí cuenta de que esa denominación que me atribuyen y que acabas de mencionar era lo que, digamos, se espera de mí. Que haga canciones lánguidas.Y las descarté todas de golpe. Volví a empezar a escribir el disco». ¿Cuando una vive bajo el foco mediático hay que huir de lo que se espera? «Más que el foco mediático, de la percepción previa que existe de uno, que te eclipsa independientemente de lo que hagas», comenta. «Tuve que tirar ese disco, que estaba casi completo, a la basura. Cambié de productor y fui a hacerlo con Tore Johansson, a Suecia. Fue muy importante trabajar en un estudio-vivienda en el que no hubiera un reloj gigantesco recordándote cuánto dinero está yéndose por el sumidero con esa tarde perdida probando arreglos para un tema», señala.

Acerca de su formación en el seno de una familia ilustrada, en el caso de Auster no se cumplió la máxima que dice que lo mejor que puedes hacer para aniquilar una vocación musical es ponerle un profesor de música a un niño. «(Risas). Mi experiencia fue diferente. Yo cantaba en clase en una especie de coro y un día la profesora me pidió que saliera a interpretar ante todos mis compañeros. Yo me negué y me resistía, pero me obligaron. Y lo hice, aunque temblorosa y dominada por un tremendo pánico escénico. Creo que esa fue la primera vez que me vi a mí misma como músico. Después me involucré en todo tipo de proyectos como bandas de jazz y cosas así, y ese miedo a cantar me ha acompañado siempre. Creo que tiene algo de adictivo y no he sido capaz de superarlo, sino que, al contrario, me he enganchado a esa sensación».