Viva Suecia: "No somos estrellas del rock, sino unos afortunados"
No entienden la música ni el arte si no es libre, y así lo vienen demostrando en cada concierto de la gira de "El amor de la clase que sea", su último disco
Madrid Creada:
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Cuando el mundo pica, pellizca, aprieta o ahoga, nos salvan las canciones. Hay un verso y un sonido para cada momento de la vida: para coger el autobús hacia el trabajo, para aliviar la resaca de un domingo por la mañana, para reflexionar sobre una discusión, o para celebrar una victoria personal. En definitiva, la música nos define y condiciona, nos envuelve sin esperarlo y acudimos a ella aposta. Por ello, debemos saborearla, regocijarnos en ella. Qué razón tienen desde Viva Suecia cuando cantan "justo cuando el mundo apriete / mejorando lo presente / puedes agarrarte a mí", pues efectivamente sus letras son inspiradoras, son verdades cantadas que apelan a la libre interpretación, y que a la vez enganchan, conmueven y remueven. En la época de lo efímero, de las modas instantáneas y el consumo veloz, al grupo le preocupa que sus canciones calen, que duren: "Nos interesa más eso que la mera interpretación de una canción, o lo que pueda pensar de nuestras canciones alguien en redes sociales. No entendemos la música ni el arte si no es libre. Sin esa sinceridad, al menos, no va a alcanzar su máxima expresión. Por ello, preferimos que nuestras canciones lleguen y sean destripadas a que se las lleve el viento y nadie hable de ellas", explica a este diario Jess Fabric, bajista de Viva Suecia, junto a Rafa Val (voz), Alberto Cantúa (guitarra) y Fernando Campilo (batería).
La banda murciana está viviendo uno de sus viajes profesionales más interesantes y ambiciosos. Hace un año lanzaban "El amor de la clase que sea", álbum que incluyen temas ya considerados por sus seguidores como himnos, como es el caso de "Justo cuando el mundo apriete", "El bien", "No hemos aprendido nada" o "El rey desnudo". En el momento de su lanzamiento, Viva Suecia lo definió como "el acto de libertad más grande que hemos hecho nunca" y ahora, tras meses de gira por toda España, intentan mantener esa forma de expresión: "Es relativamente sencillo mantener esa libertad, teniendo en cuenta que somos cuatro personas que piensan diferente", explica Fabric, "nos afecta la presión y la responsabilidad de llegar cada vez a más gente, evidentemente, pero solo vamos a hacer aquello que los cuatro, en consenso, queramos. Nadie más, salvo nuestra gente de confianza, tiene mucho que decir sobre por dónde tienen que ir nuestras canciones, ¿no?". De esta forma, se plantea la personalidad de un grupo que atrapa en las letras, que agita en los ritmos, y que impresiona en el directo.
Si bien Viva Suecia ha llenado directos en festivales, así como tienen en el horizonte un Wizink Center (en marzo) y un Sant Jordi (en febrero), también es interesante conocer a esta banda que entona verdades como puños desde cerca, en salas. Este martes fue una oportunidad de hacerlo en la capital: la banda actuó junto a la talentosa artista Candela Gómez en Teatro Barceló, en un show enmarcado en el décimo aniversario de "Cómplices Vibra Mahou", plataforma que genera anualmente encuentros en torno al directo. Antes de saltar al escenario, apunta Fabric a LA RAZÓN, eran conscientes del cambio que supone pasar de actuar, por ejemplo, en festivales masivos, a hacerlo en un lugar más cerrado y cercano: "Cambian muchas cosas, desde la logística y la producción, que es la parte más fría de todo esto, hasta el formato". Incluso cambiaron las canciones, pues se permitieron "darle una pequeña vuelta de tuerca y reversionarlas. Lo que no cambia es el espíritu, afrontamos cada concierto con el mismo entusiasmo, dando igual el tamaño", añade el bajista.
Una vez más, por tanto, tuvieron la oportunidad de mostrar su música, a la que "llamamos rock desde hace tiempo. Las personas necesitamos poner etiquetas e identificar absolutamente todo a través de referencias. Nosotros definimos nuestra música así no por nada, sino porque es un término amplio y ambiguo, que no encorseta lo que hacemos". Eso sí, continúa Fabric, lo que sí define a la banda es que "siempre buscamos sentirnos bien, expresar lo que tenemos dentro en ese momento. No hay más objetivo que seguir haciendo las canciones y discos que realmente nos da la gana". Para ello, solo existe una fórmula: "Seguir creyendo en nosotros, en nuestra evolución, respetándonos y manteniendo los pies en el suelo. No somos estrellas del rock, sino unos afortunados por dedicarnos a nuestra pasión, y por eso hay que seguir trabajando como hasta ahora".
Después de 10 años luchando por cada proyecto, Viva Suecia sigue, por tanto, disfrutando de la música, agarrándose a ella, exprimiendo sus posibilidades y conmoviendo. Y, todo ello, sin mayor ambición que la de "celebrar el presente, saborear este viaje con calma. Vamos a dejarnos la piel junto a esas más de 20.000 personas que nos acompañarán en Sant Jordi o en el Wizink. Y luego, Dios dirá", concluye Fabric.