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Paul Preston: "Fue un error colosal de Londres no ayudar a la República española"

El hispanista, que piensa que «la catástrofe de Gran Bretaña ha sido el Brexit, ha destrozado a este país», critica la política de no intervención que Inglaterra defendió durante la Guerra Civil española en «La pérfida Albión», un conjunto de ensayos, algunos inéditos
Paul Preston: "Fue un error colosal de Londres no ayudar a la República española"
El historiador Paul Prestonlarazon
Javier Ors

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Paul Preston ha sacado los colores a Gran Bretaña en un libro de título imprevisto: «La pérfida Albión» (Debate). Es inusual que un autor salga al mercado con una expresión acuñada con una intención claramente peyorativa, pero el hispanista, uno de los más conocidos de las últimas décadas, ha querido poner negro sobre blanco y sin ningún tipo de dudas el rol que desempeñó Inglaterra en el devenir de la Guerra Civil española. Aunque Londres jamás entró de una manera activa en el conflicto del 36, sí que tuvo un relevante protagonismo en su curso, y el historiador saca a la luz, a través de esta gavilla de ensayos, muchos de ellos inéditos para los lectores, la hipocresía y el cinismo que desplegó Downing Street hacia el gobierno español durante esos años. Si Franco contó con el apoyo de Italia y Alemania, la república no pudo contar con el respaldo de las democracias europeas, de antemano, sus aliados naturales. Para Preston resulta inadmisible la postura de no intervención de la política exterior inglesa y que con ella se les negara a los republicanos el derecho a defenderse. Un hecho que, para él, resultó determinante para la victoria nacional.  
¿Qué contribuyó más a que Franco ganara la guerra, el apoyo de Alemania y de Italia, o el abandono de Gran Bretaña y Francia a la República española?
Llevo más de cincuenta años, casi sesenta, en realidad, estudiando la historia de España en el siglo XX y hay varios aspectos que todavía me molestan. Dejando de lado el argumento de que Franco ganó la guerra porque era un genio militar, una de las cosas que más se suele aceptar es la ayuda determinante de Hitler y Mussolini. Bueno, está claro que sin ella, a Franco le hubiera sido difícil ganar, pero lo que se ignora en numerosas ocasiones es el papel de los gobiernos conservadores británicos. Al bloquear a la República, la empujaron a buscar apoyos. Por eso, Negrín tuvo que mandar el oro a Moscú. Con la farsa de la no intervención, se le negó a España su derecho a defenderse. En lugar de comprar armas a sus aliados, Gran Bretaña y Francia, los republicanos tuvieron que recurrir a traficantes ilegales de armas, que les vendían chatarra, o bien les enviaban aviones con la sincronización de las ametralladoras y las hélices rotas. O sea, inútiles. En cambio, Hitler y Mussolini sí que enviaban modelos de aviones nuevos con todos los recambios. Se dice que la República tenía jóvenes locos que acudían a Moscú para entrenarse, pero eso solo fue a partir de septiembre, porque la realidad es que Stalin no quiso apoderarse ni quería tener nada que ver con la República española, porque su preocupación era, sobre todo, defender a la URSS de cualquier agresión nazi, y la única manera de conseguir eso era rodeando Alemania. Esto implicaba una alianza con Francia y con Gran Bretaña. Si hubiera existido una mínima sospecha de que Stalin quería conquistar España, eso habría fortalecido la derecha en Francia y eso no le convenía...
«Con la farsa inglesa de la no intervención se negaba el derecho a defenderse que tenía la República»Paul Preston
¿Por qué actuó así Inglaterra?
Esta política de apaciguamiento no estaba inspirada completamente por la malicia. Había una motivación. Hay un síndrome postraumático tras la Primera Guerra Mundial. Existe el horror a la guerra y lo que podrían suponer las consecuencias de que se desencadenase una nueva guerra. Los muertos británicos y franceses fueron colosales en 1914, no tanto como los alemanes, pero sí muchos. Un efecto de la guerra es que, para pagar los costes, tanto para obtener la victoria en 1918, como la del 45, se tuvieron que vender bienes para pagar las deudas y eso debilitaba al imperio británico. Por eso en la década de los años 20 y 30, no se gasta dinero en el rearme. Hay miedo a la guerra, por esa falta de medios. Y a mediados de los años treinta, la presión sobre el imperio británico crece porque existe la posibilidad seria de guerra en el lejano Oriente, contra Japón, país que pretende hacerse con el imperio británico en Asia, y en el Mediterráneo, con Mussolini, que quiere convertir este mar en un lago italiano. Todas estas rutas imperiales británicas estaban amenazadas. Por eso, el deseo de evitar un conflicto internacional debido a una guerra en España. Desde ese punto de vista es comprensible...
Pero había más.
Sí, los prejuicios de clase del establishment británico tienen más fuerza casi que los intereses estratégicos, algo que me parece interesante. Churchill reconoce en un artículo del 39 que es aristócrata y que, en principio, por ese motivo, estaba con los rebeldes en España, porque allí los anarquistas asesinaban a la gente de su clase, pero con el paso de los años, al observar los acontecimientos, se dio cuenta de que Hitler y Mussolini quieren deshacerse de los imperios francés y británico, y que, si ganaba Franco, ganaban Hitler y Mussolini y, por tanto, su imperio británico se iba al carajo. Este cambio de opinión de Churchill, la verdad, es que lo cuenta todo.
Que fue un error no defender a España.
Cuando no duermo me pregunto si la única manera que hubiera tenido la República de ganar es que no hubiera existido el pacto de no intervención auspiciado por los ingleses y hubiera conservado sus derechos de comprar armas a Gran Bretaña y Francia. Hay detalles interesantes sobre esto. Hubo una reunión entre Göring y Mussolini. Los dos se estaban lamentando de la lentitud de Franco para ganar la guerra. Ellos se quejaban del mal estratega que era y uno expresó la idea de que, si no se daba prisa y la acababa pronto, resultaba inconcebible que los ingleses siguieran permitiendo que ellos continuaran prestando ayuda al bando nacional. Por tanto, sí, fue un error colosal por parte de Gran Bretaña no ayudar a la República española. Claro que los ingleses sabían más que los italianos y los alemanes de las propias debilidades armamentísticas británicas, y es posible que Göring y Mussolini exageraran la potencia bélica inglesa.
¿Por qué Hitler y Mussolini ayudaban a Franco?
Bueno, sobre todo porque era una manera de debilitar a las dos grandes potencias que tenían la hegemonía en la política internacional, Inglaterra y Francia. Si se hubiera resistido a Hitler y Mussolini en España, con toda probabilidad no se hubieran atrevido al Anschluss ni se hubiera tampoco producido la tragedia de Múnich. Aunque no me gusta especular, creo que se habría podido evitar la Segunda Guerra Mundial.
¿Cuál fue la influencia de los prejuicios de clase, el racismo y la superioridad en las decisiones de Londres?
Dentro del cuerpo diplomático no había gente de origen obrero. Era extraño que llegasen a ser cónsules o embajadores personas que no hubieran pasado por las escuelas privadas, las que producen gente como, por ejemplo, Boris Johnson. Durante la Guerra Civil, había dos diplomáticos británicos en España, el embajador y el cónsul en Barcelona. Este último, Norman King, tenía un prejuicio racista contra los españoles. Era muy snob y racista. Henry Chilton, por su parte, odiaba a Companys. Ambos poseían muchos prejuicios. Pero aquí hay un aspecto más que es interesante. Durante la Guerra Civil, toda la literatura y la Prensa contemporánea reflejaban las atrocidades que se cometían, pero en las zonas donde las realizaban los rebeldes no había personal diplomático. Solo estaba en Madrid, Barcelona y Valencia. Lo mismo sucede con la Prensa. Por eso se dio esa percepción de la República. No fue Donald Trump el primero en descubrir las Fake News, la mala percepción de la realidad.
¿De esto se puede extraer alguna lección?
Es difícil. Ya cuesta interpretar el pasado, como para interpretar también el presente. Hay muchas cosas que se podrían aplicar a Putin, las mismas lecciones que se han aprendido de Hitler para evitar la guerra que él desencadenó después. Aquel momento nos dejó la enseñanza de que había que tomar medidas bastante antes, pero ¿quién tiene las agallas hoy para arriesgarse algo así en nuestro tiempo? Hay que tener en cuenta que estamos en una época de guerra nuclear y que, debido a las redes sociales, son muy fáciles las falsificaciones... En cuanto a Ucrania, al principio, todos estaban a favor de Zelenski, pero tengo amigos ucranianos que ahora despotrican contra él, no por estar a favor de Rusia, en eso comparten los mismos puntos de vista, sino por la manera en que ha perjudicado a su país metiéndose en una guerra que no puede ganar.
«En esta época nuclear, ¿hay agallas de aplicar a Putin las lecciones que Hitler nos dejó?»Paul Preston
Después de enseñar tanta historia contemporánea, resulta que han resurgido en Europa viejas fuerzas.
Pero hay una diferencia entre España y los demás componentes del eje. Esos países fueron conquistados por los aliados y tuvieron un proceso de «desnacificación» y «desfascistización». Hubo un proceso de educación nacional que hasta cierto punto explica que haya muy pocos nazis en la Alemania de hoy. Aunque Elon Musk financie Alternativa por Alemania, la opinión en este país es predominantemente antinazi, igual que la opinión en Italia es antifascista, a pesar de Meloni. Pero en España... Franco tuvo suerte y esa suerte fue que no entró en la Segunda Guerra Mundial. España no fue invadida y Franco fue jefe del Estado, desde septiembre de 1936 en una parte y en toda España desde el 1 de abril de 1939. Durante todos esos años sacó beneficios del terror y su familia se enriqueció, pero donde se ve la continuación es en Vox y otros grupos afines. Durante la dictadura, su dominio del sistema de educación y los medios generalizó una ideología que no desapareció tras su muerte en 1975. Esas ideas han pervivido dentro de las familias que se las creyeron, y yo creo que en España el resurgimiento de la extrema derecha tiene más que ver con esto. Por supuesto en Italia, Alemania y Gran Bretaña hay otro elemento que tampoco existía antes: la reacción a la inmigración, un problema que no es nada fácil de resolver.
Se ha fallado en la educación, viene a sugerir.
Hemos fallado en la educación, sí. Solo en términos británicos, la gran catástrofe de Gran Bretaña ha sido el Brexit, que ha destrozado este país. Tenemos unos servicios públicos que son dignos del Tercer Mundo. Ha sido un desastre catastrófico, y algunos de los que hacían la propaganda del Brexit, además, se han enriquecido. Es un deber volver a educar a la población de este país, pero ahora eso es muy difícil porque la educación no es nada barata...Por la negligencia de estos 14 años de conservadores, la cuenta que tiene que enfrentar el nuevo gobierno para la reparación de los colegios, solo del tejido físico de los colegios, es colosal, y ahora, además, los profesores prefieren irse a trabajar a Estados Unidos o Australia porque les pagan mejor y tienen mejor clima.

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