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Miguel Ángel

Rubens burla la censura de Facebook

«El descendimiento de la cruz» (1612-1614), de Rubens, fue uno de los cuadros que Facebook censuró absurdamente
«El descendimiento de la cruz» (1612-1614), de Rubens, fue uno de los cuadros que Facebook censuró absurdamentelarazon

Ha sido una victoria. Rubens contra Facebook. Los museos contra internet. El arte contra el puritanismo y la censura. Aún es difícil calibrar si abrirá una nueva era en la red de redes. Facebook se ha comprometido a revisar su política de publicidad después de que responsables de la compañía estadounidense se reunieran con la Oficina de Turismo de Flandes en Rubenshuis, la casa museo de Pieter Paul Rubens este pasado jueves. A partir de ahora, los usuarios podrán acceder a anuncios sobre las exposiciones del pintor flamenco sin percatarse de una inesperada sorpresa: Facebook había bloqueado aquellos cuadros del artista en los que apareciesen desnudos. Algunos de ellos con temática religiosa, como por ejemplo su versión de Adán y Eva.

En una red en la que un adolescente (cuando no un niño) puede toparse con una escena pornográfica que escandalizaría al adulto más libertino, los filtros que aplica Facebook en la censura de imágenes no solo resultan inútiles sino también completamente ridículos. Una muestra de que este tipo de reacciones son fruto de sociedades enfermas y no de las impecablemente virtuosas. A pesar de lo difícil de poner puertas al campo, la solución parece más fácil de lo previsto: Facebook ha ajustado sus algoritmos subyacentes para que ahora los anuncios con desnudos artísticos no sean censurados.

¿Qué argumento han utilizado los responsables flamencos para convencer a Facebook? El arma revolucionaria del humor. El pasado mes de julio, Visitflanders decidió escribir una misiva al fundador de la red social, Mark Zuckerberg. Pero en vez de andarse por las ramas con sesudas reflexiones sobre arte, desnudo, erotismo y censura decidieron optar por un vídeo satírico. En él, unos policías bautizados como de las redes sociales irrumpían en un museo. Preguntaban a los visitantes sobre si tenían un perfil en la red social y, en caso de respuesta afirmativa, les prohibían el visionado de las obras con desnudos mientras les conminaban de manera enérgica a fijar la vista en obras en las que los representados estuvieran convenientemente cubiertos. Ante un vídeo que corrió como la pólvora en internet, los responsables de Facebook se han visto obligados a rectificar. «Hoy es un gran día para los amantes del arte y las instituciones culturales del mundo entero», proclama Peter de Wilde, director de Visitflanders, en un comunicado. Pero la polémica de los desnudos en el arte no es nueva. El propio Miguel Ángel tuvo que soportar que el cardenal Biagio de Cesana se quejara ante el Papa de los desnudos de la capilla Sixtina. Como venganza, el pintor decidió incluir los rasgos de Cesana en el infierno, ridiculizado con descomunales orejas de burro, una serpiente enroscada al pecho y mordiéndole los testículos. Obviamente, la imagen no se propagó por las redes sociales, pero permanece en una de las obras cumbre de la pintura.